Inseguridad cada vez mayor

Inseguridad cada vez mayor

Cada vez será más difícil encontrar en este país una familia que no haya sido salpicada por las consecuencias traumáticas de la inseguridad. No es exagerado decir que cada uno en este país tiene al menos un  pariente, amigo, relacionado, vecino o conocido que alguna vez fue víctima de una delincuencia cada vez más violenta y desafiante. A todo esto  hay que añadir las secuelas derivadas de  arrebatos pasionales que degeneran en atentado contra la vida, y cuya frecuencia se ha hecho abrumadora.

En el caldo de cultivo de tanta inseguridad hay ingredientes diversos. La persistencia del delito y la violencia nos indica que no basta la acción policial -que se produce  mucho a posteriori y poco de manera preventiva- para combatir este mal. Y la Justicia, que también actúa “después de”,  tampoco está haciendo el mejor papel, aunque tenga la excusa o el pretexto de que actúa atada a un Código Procesal Penal al que se atribuyen grandes debilidades.

Las autoridades tienen que reaccionar en consecuencia. Estamos en la transición que atravesaron naciones hermanas hasta llegar a estados dolorosos de inseguridad y crímenes. No les falta razón a quienes advierten que  esto puede ahuyentar capitales de inversión. Y aterra pensar que la sociedad se está acostumbrando demasiado a ver sin asombro tanta crónica roja.

El agua que desperdiciamos

A su paso por el país, el huracán Irene dañó muchos acueductos y sus tomas de abastecimiento. Entonces faltó el agua potable en decenas de comunidades, afectando a sus habitantes.

La gente suele empezar a valorar las cosas cuando las  pierde o deja de tener, definitiva o momentáneamente. Pero cuando dispone de ellas, generalmente las desperdicia.

El agua que mucha gente extrañó durante varios días, mientras eran reparados los acueductos y sus surtidores, es el mismo líquido que de manera irracional desperdiciamos.

El suministro de agua se ha ido restableciendo en la medida en que concluyen los arreglos. Ya mucha gente, en muchos lugares, cuenta con agua potable. Sería una gran cosa si lográramos despertar una conciencia de uso racional y prudente de este líquido.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas