«Ya uno tiene miedo hasta de mandar sus hijos a la escuela, porque cuando viene a ver hasta lo atracan o algo, y la Policía como que no se da la vuelta por aquí; será como que le tienen miedo a los delincuentes», dice Amparo Fernández, residente en la calle Seibo, en Villas Agrícolas.

Como esta señora, otros residentes en Villas Agrícolas consultados ayer dijeron sentirse «desamparados» frente a los delincuentes que azotan al barrio, sobre todo cuando hay apagones de noche, pero muy pocos se atreven a dar sus nombres verdaderos, «por temor a que los tígueres se quillen» (se molesten y tomen represalias).

De noche, entre la avenida Duarte, la María Montes, Pedro Livio Cedeño y Nicolás de Ovando impera la ley de los delincuentes, según moradores de esta populosa barriada de la zona norte de Santo Domingo.

Con la impotencia reflejada en sus voces, las madres se quejan de la ineficiencia de las autoridades policiales. Dicen que temen por sus hijos. También los hombres de Villas Agrícolas lucen encerrados en las jaulas del miedo, y prefieren callar.

Cuando reporteros de HOY le preguntaron a un comerciante sobre la situación del barrio por las noches la respuesta fue espontánea: «¡Anda al diablo!». Indicó que todos los días se producen atracos y balaceras en las calles, luego dijo algunas cosas entre los dientes, pero no quiso hablar más.

A su lado, «Juan», un vendedor de «fracatanes» que escuchaba la conversación, bajó la cabeza y murmuró: «yo ni me meto con la delincuencia, ni me meto con los tígueres del barrio».

Sostuvo que ni a él ni a su familia le afectaba la delincuencia que hay en el barrio «porque a mis hijos yo los tengo trancados todo el tiempo…para evitar».

Algunos entrevistados advirtieron a los reporteros de que no se metieran por ciertos lugares como la Diagonal. Al llegar a esta calle y otras señaladas como «peligrosas», una parte de los residentes dijo que ese era un lugar «tranquilo», donde no pasaba «nada».

Pero lo cierto es que cada noche, al amparo de la oscuridad, los ladrones salen a hacer de la suya en Villas Agrícolas, afirman los vecinos. Las balaceras se han vuelto cosa común y los atracos están a la orden del día. Cada vez hay más robos.

«La delincuencia por aquí está insoportable. Y más con los apagones de noche, se meten en las casas, roban, de todo, hay de todo», manifestó …., quien sólo se identificó como Gertrudis.

Afirmó que cuando llega la noche la gente de Villas Agrícolas se recoge.

«Por aquí roban diario de día y de noche», aseguró una vecina.

Dijo que en los patios de Villas Agrícolas no se puede dejar nada, los ladrones cargan con poncheras, tapas de inodoro, mangueras, bombas de agua…»hasta la pasta de diente se llevan».

[b]LE LLEVARON TODO[/b]

Una de las víctimas de la ola de robo en el sector es Justo Antonio Ureña. Vive sólo en la calle Sagrario Ercira Díaz número 74. Trabaja de noche. El martes por la noche le robaron el equipo de música, la estufa, el televisor y otras pertenencias por un valor superior a los RD$50 mil, Para entrar a la vivienda los ladrones rompieron una puerta. Nadie oyó, ni vio nada.