Inseguridad y salud mental

Inseguridad y salud mental

El pueblo dominicano vive bajo las tensiones y temores que se derivan de la inseguridad.

La violencia intrafamiliar, con su carga de feminicidios y violaciones, y por otro lado una delincuencia sanguinaria y desafiante, las drogas y sus secuelas, depresión y estrés, están sin duda deteriorando la salud mental de los dominicanos.

Cada uno de los dominicanos ha sido afectado de alguna manera, directa o indirectamente, por un acto de violencia. La gente sale a las calles con el temor a ser víctima directa de una agresión delictiva, o indirectamente por coincidir en un lugar de disputa entre delincuentes.

El estado de cosas obliga a las autoridades a prestarle especial atención a la salud mental de quienes viven bajo estas presiones sicológicas y para eso se necesita invertir recursos.

Ayer, al conmemorarse el Día Mundial de la Salud Mental, la Sociedad Dominicana de Psiquiatría está reclamando que el Ministerio de Salud Pública destine el  3% de su presupuesto para financiar los trabajos de prevención y tratamiento a la deteriorada salud mental de los dominicanos. Actualmente se destina apenas un 0.8% a esos menesteres.

Se necesita contrarrestar el incremento de los casos de depresión, estrés causado por el  ruido y la inseguridad, y en especial atender a pacientes siquiátricos que  deambulan por nuestras calles.

Censo y planificación

Las ocurrencias en torno al IX Censo Nacional de Población y Vivienda, realizado con muchos tropiezos a finales del año pasado, demuestran el poco valor  que nuestras autoridades parecen atribuirle a esta herramienta necesaria para  la planificación del desarrollo.

Todavía a estas horas no ha sido posible procesar todos los datos de ese empadronamiento, a pesar de que será necesario emplearlos dentro de poco para el diseño de la Estrategia Nacional de Desarrollo que será conocida por el Congreso.

La falta de valoración de la importancia del censo se percibe en declaraciones dadas a la prensa por el  director de la Oficina Nacional de Estadística, Pablo Tactuk, para advertir que ese organismo necesita recursos para terminar el procesamiento de los datos del censo. Parecería que para la estrategia de desarrollo no se necesitará saber cuántos somos y en cuáles  condiciones vivimos.

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