El Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) consideró ayer que es vital para enfrentar la crisis monetaria y financiera un recorte y racionalización del gasto público.

En un documento de trabajo presentado en la Tercera Gran Convención Empresarial elaborado por la firma Ecocaribe para el CONEP, se advierte que para restablecer el equilibrio de las finanzas públicas lo primero es que el gobierno tiene que entender que el país vive una situación excepcional y que no puede pretender seguir operando como lo hacía.

Adicionalmente, el documento plantea que el gobierno deberá desprenderse de los activos que sean necesarios y buscar financiamiento externo a largo plazo para eliminar la deuda del Banco Central.

El documento, distribuido en la convención en el hotel Jaragua, considera que «el país no puede seguir conviviendo con esa carga, ya que estaría gravitando pesadamente sobre la marcha de todo el aparato productivo».

No obstante, señala que la situación obligaría a la consideración de nuevos tributos, algunos de los cuales ya se vienen aplicando, «aunque no siempre con apego a las disposiciones legales».

Consideró que esos tributos no fueron diseñados a partir de consideraciones de racionalidad ni equidad, lo que plantea al país la necesidad de una urgente reforma tributaria.

Asimismo, el documento sugiere que sea enmendada la política de endeudamiento que ha seguido el país, para que sea más moderado en el uso del crédito externo y mucho más racional en la escogencia de las fuentes de esos recursos.

Señala que tanto el sector privado, incluida la banca, como el gobierno han concertado un fuerte endeudamiento externo.

En el caso del sector público, plantea que lo que se ha visto en los últimos años es un poco saludable endeudamiento externo del gobierno, utilizando mecanismos: bonos soberanos, préstamos de bancos privados, créditos de proveedores y, en menor medida, préstamos de carácter oficial.

Asimismo, el documento advierte que «si una lección dolorosa tiene la República Dominicana en este momento es la de no haber sido rigurosa en la aplicación de los instrumentos de control y regulación del sector financiero, la de haber permitido el relajamiento de la prudencia bancaria y, posteriormente, la de haber aplicado una política monetaria acomodaticia.”

Agrega que el sector empresarial cree que la experiencia vivida este año en el sector bancario no debe repetirse.

Afirma que las normas para prevenir el riesgo excesivo de las instituciones bancarias deben ser aplicadas sin contemplación; la fiscalización del sistema debe ser estricta y la autoridad monetaria debe ser independiente, aplicando una política coherente, en base a objetivos muy bien definidos».

Además, el documento afirma que la apertura comercial del país no ha sido planificada.

Considera que los gobiernos dominicanos le han prestado poca atención a lo que debió ser la formulación de una política de reinserción del aparato productivo dominicano en la economía internacional.

Sostiene que la ausencia de políticas específicas de apoyo a la competitividad, la propia conducción macroeconómicas ha mostrado un sesgo antiexportador.

En cuanto a la reforma tributaria que debe aplicarse, el documento sugiere que los impuestos sobre los ingresos, el IVA y los impuestos selectivos deben estar enmarcados en los patrones internacionales y que no se deben exportar impuestos.