POR JUAN M. RAMIREZ
El coordinador de la Pastoral Juvenil, sacerdote Luis Rosario, planteó ayer la necesidad de que la Ley 36 sobre porte y tenencia de armas de fuego sea modificada con la finalidad de hacer más difícil el uso de estos artefactos que solamente sirven para matar, al tiempo que recordó que la seguridad tiene que ser garantizada por el Estado.

Durante una misa en la parroquia San Mateo Apóstol, en el barrio de Villa Agrícolas de esta capital, Rosario rechazó el argumento de que la seguridad y la integridad de una persona estén garantizadas porque lleve encima un arma de fuego.

En la celebración,  a la que asistieron jóvenes y adultos de Villas Agrícolas, el cura de la Iglesia Católica recordó al Gobierno que es el garante de la seguridad ciudadana.

Definió como alarmante el crecimiento de armas de fuego en mano de civiles, causa fundamental de muertes y violencia en el país.

“Más que tenerle miedo al desarme, a lo que hay que temerles es a las armas”, expresó el coordinador de la Pastoral Juvenil en uno de los barrios donde la Iglesia Católica trabaja con jóvenes que quieren salir del mundo de las drogas y la delincuencia.

Sostuvo que las armas no resuelven los problemas sino que los agravan.

Sostuvo que con licencia o sin ella, legales o no, las armas causan  daños  y matan de la misma manera, por lo que hay que frenar el flujo de esta hacia la personas en todos los sentidos.

Aseguró que otorgar licencia para el porte y tenencia de armas es una forma de fomentar el recurso hacia estas y de crear un descontrol en la sociedad, debido a que quien anda armado, no se sabe si tiene licencia o no.

 “Aunque la afirmación parezca fuerte, cada persona que porta o tiene un arma es un potencial asesino u homicida, ya que el arma la tiene para matar. Estas son construidas para quitar vida, no para otra cosa, y hay que convencerse de eso”, subrayó.

Advirtió que todavía se está a tiempo de desarmar a la población, pero que si no se hace ahora mañana podría ser tarde y los muertos habría que recogerlos por montones.

“Se dice que las armas dividen a los seres humanos entre amigos y enemigos, lo que es un criterio falso, pues todos los seres humanos han sido creados para vivir en paz, en armonía y amarse”, concluyó el padre Luis Rosario.