BANGKOK (AFP).- Decenas de miles de tailandeses rodearon ayer la sede del Gobierno en Bangkok para exigir la dimisión del primer ministro, Thaksin Shinawatra, que amenazó con decretar el estado de emergencia si la manifestación degeneraba en actos de violencia.

Pero los jefes de las fuerzas armadas estimaron que el estado de emergencia no se justificaba en las condiciones actuales. Durante la mañana, 70.000 personas según la policía desfilaron entre una plaza cercana al palacio real y la sede del gobierno para exigir otra vez la renuncia de Thaksin, acusado de abuso de poder y de corrupción.

Al anochecer, varios millares de personas acampaban todavía frente a la Casa de Gobierno y tenían la intención de permanecer allí “hasta la dimisión” del primer ministro.

El lunes por la noche, por quinta vez en cinco semanas, decenas de miles de personas se concentraron en la plaza Sanam Luang, en el centro de Bangkok.

Tras esta velada, los organizadores invitaron a los manifestantes a desfilar, por primera vez de día, hacia la sede del gobierno, incrementando la presión sobre Thaksin.

Algunos manifestantes llevaban banderas tailandesas, otros las banderas amarillas que simbolizan la realeza.

Chamlong Srimuang, uno de los líderes del movimiento, instó a los manifestantes a actuar pacíficamente.