POR NARCISO PEREZ
LA VEGA.- Comerciantes, amas de casas, choferes de carros y guaguas y motoconchistas que transitan por la carretera que enlaza este municipio con Moca, volvieron a reclamar ayer de las autoridades de Obras Públicas la terminación de los trabajos de reparación de la vía.

Desde hace más de siete meses las labores de arreglo de esta carretera fueron suspendidos, alegadamente por falta de recursos económicos, con lo cual se condenó a los moradores del lugar a sufrir diferentes inconvenientes.

«Como quiera estamos mal, porque cuando no es el polvo es el lodazal y las aguas acumuladas en los hoyos que nos mantienen en zozobra», declaró la dirigente comunitaria y religiosa Socorro Guzmán.

Refirió que el pasado día de Reyes, el gobernador provincial de aquí anunció que los trabajos serían reiniciados, pero que no ha sucedido así. Marcos Ureña, dueño de un colmado dijo no explicarse cómo el Gobierno destina una suma millonaria para el Metro en Santo Domingo y deja abandonada una carretera tan importante como ésta.

«Aquí se han enfermado de problemas respiratorios niños, ancianos y jóvenes, por la gran cantidad de polvo que se respira al transitar los vehículos por la carretera», expresó Ureña.

Indicó que el gobernador provincial de La Vega lo que ha hecho es promesas sobre promesas.

José Manuel Santana, cocinero del restaurant-pescadería los Kikitos declaró que no han valido las reuniones y protestas de la comunidad para pedir la terminación de los trabajos de la carretera.

Asimismo dijo que los negocios del lugar han visto reducir las ventas en más de un 75 por ciento, ya que debido al mal estado de la vía los clientes no van allí.

Los motoconchistas y choferes de carros y guaguas públicos realizan malavares al recorrer unos 10 kilómetros de la carretera para evitar accidentes.

En la vía se han formado grandes charcos de agua luego de las últimas lluvias, donde se producen mosquistos, moscas y otros insectos.

Ante la indiferencia de las autoridades, los residentes en las comunidades afectadas han colocado obstáculos y quemados neumáticos para llamar la atención sobre el problema.

En reiteradas ocasiones el obispo vegano, monseñor Antonio Camilo se ha referido al mal estado de la carretera que comunica esta localidad con Moca y ha criticado a los funcionarios por no resolver definitivamente el problema.

Dueños de viviendas, negocios y fincas ubicados en el trayecto de la vía tienen letreros ofreciendo en venta sus bienes.

Rosa Ceballos dijo que tuvo que cerrar su casa y ponerle un «se vende», ya que no soportaba la gran polvareda que levantan los vehículos al transitar por el lugar.

En similar situación están dueños de cafeterías, colmados, talleres de mecánica y ebanistería.

Algunos choferes consultados se mostraron de acuerdo con realizar una huelga hasta que Obras Públicas concluya los trabajos de la vía.

Antonio Peralta, con 20 años viajando desde La Vega a Moca, dijo que su carro se ha dañado varias veces y que ha tenido que tomar dinero prestado para repararlo.

«Parece que los mocanos y veganos no merecemos nada de este Gobierno», comentó Peralta.