POR CLARA SILVESTRE
Esencia, religiosidad, raíces, es el reflejo de una cultura que, como la africana, ha mantenido su pureza en el tiempo, descubriendo un pueblo de artesanos y creadores verdaderos, seguidores de sus costumbres y tradiciones. Y es que a través del arte han dejado constancia de los momentos más importantes de sus comunidades, en donde no podían dejar de lado todo su entorno, su forma de vida y sus recursos ornamentales.

Todo esto forma parte de su cultura, y aunque evidentemente una gran parte de las piezas que han creado denotan sus profundas creencias religiosas, así también se puede decir que el cuidado y los detalles formaron parte de sus propias vidas.

Las piezas africanas, en parte por lo exótico de su estructura, han recorrido el mundo, siendo acogidas por personas de diferentes culturas y creencias, apoderándose incluso de los espacios tan alejados de estos, que marca una influencia que podría ser vista como tendencia.

Desde el mismo momento que las pautas decorativas apuntaban hacia la libertad, lo fuera de regla, y la fusión de materiales que sustentaba el estilo ecléctico, las condiciones se fueron dando para que se permitiera casi cualquier cosa en decoración, y dentro de ello, porque no, la mezcla de piezas artesanales tan distintas sin que fuera visto como imposible.

La realidad es que África se pasea por el mundo a través de su artesanía formando parte de la decoración de muchos espacios tropicales. Las máscaras de madera, en sus muchas variedades y formas, han tenido gran aceptación y forman parte central de la decoración de muchas terrazas y salas, sin importar que se trate de un ambiente formal e informal.

Así también instrumentos musicales, tapices, figuras de animales y cestos, porque la realidad es que la oferta africana para la decoración es amplia, teniendo su punto máximo en la madera, especialmente teca o caoba, combinadas con fibras naturales, y sin dejar de lado la gran posibilidad de traer hasta el trópico, por su puesto a un tamaño reducido y sin su ferocidad propia, la gran riqueza animal de sus maravillosos ambientes selváticos.