CIUDAD DEL VATICANO.  AP.  El Vaticano instó a los obispos de todo el mundo que cooperen con las autoridades reportando a la policía a sacerdotes que violen y acosen a menores de edad y terminen de redactar para mayo de 2012 las directrices para prevenir el abuso sexual. 

 Pero las sugerencias en la carta emitida ayer por la Congregación para la Doctrina de la Fe son imprecisas y desligadas y no llegan a recomendar las severas reglas estadounidenses que prohíben que un sacerdote acusado oficie misa mientras su caso se encuentra bajo investigación.   El documento representa el más reciente esfuerzo del Vaticano por demostrar que está determinado a erradicar la pedofilia sacerdotal y prevenir el abuso sexual luego del brote a escala mundial del escándalo de abuso sexual el año pasado con la presentación de miles de víctimas.   Pero era poco probable que impresionara a los abogados de las víctimas que durante mucho tiempo han culpado al poder de los obispos que se empeñan en proteger a la Iglesia y a sus sacerdotes de avivar el escándalo. Sin miedo a ser castigados ellos mismos, los obispos frecuentemente han transferido a los sacerdotes pedófilos de parroquia en parroquia en lugar de reportarlos a la policía o castigarlos bajo las leyes de la Iglesia.   “Los obispos ignoran u ocultan los delitos sexuales cometidos en contra de menores de edad por el simple hecho de que pueden hacerlo”, dijo el principal grupo de víctimas en Estados Unidos — la Red de Sobrevivientes para Quienes Sufrieron Abuso Sexual de Sacerdotes.