Insta ir a urnas

Insta ir a urnas

MOSCÚ (EFE).- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se dirigió ayer por televisión a la ciudadanía para instar a que acuda a las urnas en los comicios del próximo domingo y evitar que la apatía popular haga peligrar su reelección.

«Este domingo, el 14 de marzo, se celebran las elecciones del Presidente de la Federación Rusa. Como jefe del Estado, tengo el deber de hablar de la importancia de este acontecimiento», dijo Putin, considerado favorito indudable para renovar mandato.

El jefe del Kremlin indicó que las elecciones directas son uno de los principales logros de la democracia y que los rusos ya se han habituado a ellas.

«Sin embargo, ello no debe conducir a la disminución de la importancia de estos acontecimientos en la conciencia social», dijo Putin, quien pidió: «Imaginemos por un instante qué ocurrirá con el país si no se conforman sus órganos máximos de poder».

Y es que el mayor enemigo de Putin en estos comicios no es ninguno de sus cinco rivales -todos con una esperanza de voto por debajo del 6 por ciento, frente a un 65 para él, según los sondeos-, sino la apatía popular ante una cita con las urnas cuyo resultado todos dan por sentado.

De acuerdo con la legislación electoral rusa, los comicios presidenciales se consideran válidos sólo si participa en ellos más de la mitad del censo electoral, cifrado en casi 110 millones de ciudadanos.

«Es por ello que el voto de cada uno de nosotros tiene tanta importancia», explicó el líder ruso, quien recalcó que «sólo el respaldo de los ciudadanos permitirá definir a largo plazo la política del país».

También Putin da por sentada su victoria, pues, al cambiar el Gobierno tres semanas antes de los comicios, dijo sin ambages que lo hacía para que el pueblo supiera con qué equipo continuará las reformas económicas y administrativas durante los próximos cuatro años.

Eso sí, más de un analista opinó que el verdadero móvil del relevo del primer ministro Mijaíl Kasiánov por Mijaíl Fradkov fue, precisamente, el temor del Kremlin a que la baja participación en las elecciones deje fuera de juego a Putin.

Si los comicios resultan inválidos, la jefatura de Estado pasa por cuatro meses a manos del primer ministro, y Putin optó por sustituir a un Kasiánov influyente y crecido por un desconocido y leal tecnócrata sin ambición política.

Muchos políticos opositores, como Grigori Yavlinski, líder del partido liberal Yabloko, instaron a boicotear los comicios en protesta por la «farsa» de unas elecciones en las que el «primero entre los iguales» tiene toda la maquinaria del Estado y el poder puesta al servicio de su campaña.

Aunque formalmente se negó a hacer campaña y a participar en los debates públicos, Putin acapara los espacios informativos de las cadenas de televisión, sobre todo las federales, y los titulares de una prensa cada día más oficialista.

Los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que siguen la campaña denunciaron ayer el favoritismo de los medios de prensa estatales hacia Putin.

Según los expertos de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE, esa actitud perjudica a los otros cinco candidatos y no garantiza la igualdad de condiciones para todos.

Los rivales de Putin, que habían barajado la posibilidad de retirarse, lo han acusado de «manipular» la campaña para despejar cualquier obstáculo a su reválida y asegurar la máxima participación.

Mientras, Alexandr Veshniakov, el presidente de la Comisión Electoral Central, amenazó con castigar los llamamientos a boicotear los comicios, que en su opinión son una «obstrucción al ejercicio de los derechos electorales de los ciudadanos».

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