WASHINGTON.- El secretario de Estado Collin Powell llamó el jueves a la presidencia y a la oposición haitianas a sumarse a la propuesta de la Conferencia Episcopal de noviembre último para poner fin a la crisis política que paraliza al país desde mayo de 2000.

«Estoy muy preocupado por la situación en Haití», que se agravó desde el último otoño, declaró Powell durante una conferencia de prensa.

«Llamamos al presidente a aprovechar la oportunidad presentada por la conferencia episcopal, que aportaría un poco de orden al proceso político y un marco constitucional para que los haitianos puedan expresar su voluntad», agregó el secretario de Estado.

«Animamos al presidente de Haití y a la oposición a sumarse a esta propuesta», señaló, estimando que el tema sería abordado sin duda a principios de la semana en Monterrey, al norte de México, durante una cumbre de jefes de Estado y de gobierno de las Américas.

[b]Acogen huelga[/b]

En tanto, la primera jornada de huelga de dos días convocada por la opositora Convergencia Democrática para exigir la renuncia del presidente de Haití, Jean-Bertrand Aristide, transcurrió ayer con un seguimiento amplio en comercios y bancos.

Ningún incidente violento se ha registrado durante la jornada en Puerto Príncipe, según señalaron a la prensa fuentes oficiales.

Muchos negocios particulares y una gran parte del transporte público acataron el llamamiento hecho por la coalición que agrupa a partidos políticos y organizaciones civiles de oposición que demanda desde hace meses la dimisión de Aristide.

En Puerto Príncipe, los grandes comercios, los bancos y las escuelas no abrieron sus puertas, mientras se registraba desde primeras horas del día un notable descenso del transporte colectivo y privado, que a medida que avanzaba la jornada fue casi total.

La mayoría de las gasolineras cerraron al público, y en las que abrieron se observaron largas colas de automóviles para abastecerse de combustible.

Hubo también una actividad menor de lo habitual en los mercados públicos y comercios pequeños.

Sin embargo, los empleados del sector público acudieron a sus puestos de trabajo para evitar ser despedidos por absentismo, como ha ocurrido en paros anteriores en Haití.

La administración, los hospitales y los servicios públicos -agua, electricidad y teléfono- funcionaron con normalidad y sin merma para los usuarios.

En Gonaives, en el centro oeste, la huelga tuvo un respaldo masivo, y algunos grupos de personas instalaron barricadas en las calles sin que hubiera víctimas, señalaron corresponsales de varias emisoras locales.

La misma situación que en Gonaives se ha producido en otras poblaciones menores, de acuerdo a informes de prensa locales.

Gérard-Pierre Charles, dirigente de la Convergencia Democrática, afirmó ayer a los periodistas que Colin Granderson, secretario general adjunto de la Comunidad del Caribe (CARICOM), propuso el martes que se reanuden las negociaciones entre gobierno y oposición para superar la crisis política y social de Haití.

Granderson, que se marchó anoche de Puerto Príncipe, encabezó una delegación del CARICOM que visitó a Haití esta semana para tratar de interceder en la crisis política que vive este país caribeño, el más pobre de América.

En la reunión, el delegado del CARICOM, sugirió que se celebre un encuentro en Jamaica o Trinidad y Tobago entre representantes del gobierno y de la oposición.

Sin embargo, Charles precisó que Convergencia Democrática es contraria a que haya un nuevo encuentro con el gobierno, porque el camino hacia el diálogo ya se agotó.

«Aristide no ha dado pruebas de que quiere negociar y la negociación no corresponde a lo que la población espera», afirmó Charles.

El dirigente de la oposición observó que con su propuesta el CARICOM «manifiesta preferencia a favor del gobierno».

«Hicimos la negociación durante tres años. El gobierno nunca tuvo gestos de buena voluntad para que cesara la represión contra manifestantes, ni para liberar a presos políticos, ni para que se usaran de forma equilibrada los medios de comunicación estatales», afirmó Charles.

En similares términos se expresó Evans Paul, otro de los portavoces de la oposición, quien reiteró que los incidentes de ayer en la capital demuestran que con Aristide «nosotros no podemos negociar y él debe irse».

El miércoles, al menos tres personas murieron y 30 resultaron heridas, cuando seguidores del presidente Aristide dispararon contra miles de personas que participaban en una marcha para exigir la renuncia del mandatario.

La huelga general continuará hoy, viernes, y el sábado será un día de «abastecimiento» para la población, seguido de más protestas convocadas por la coalición opositora para el domingo próximo.