Instalaciones no tienen dolientes

Instalaciones no tienen dolientes

San Francisco de Macorís. Además de las condiciones de abandono en que se encuentran las instalaciones, el deporte olímpico de San Francisco de Macorís solo cuenta con los servicios de luz y agua durante la temporada del béisbol invernal dominicano.

“Previo al inicio de la temporada de béisbol se restablecen esos servicios, desde que termina los mismos son suspendidos”, aseguró el presidente de la Unión Deportiva de la provincia Duarte, profesor William Hernández.

Atribuyó la situación al desprecio que, según dice, sienten hacia el deporte olímpico las autoridades deportivas del país y del municipio de San Francisco de Macorís.

Sostuvo que en este municipio y la provincia Duarte, lo único que cuenta para las autoridades es el béisbol profesional, porque el de aficionados cae dentro del mismo trato que se dispensa al deporte olímpico.

Consideró que el Comité Olímpico Dominicano, junto a sus federaciones y el movimiento deportivo de la provincia Duarte, deben enfrentar esa situación.

“Se está desaprovechando los horarios nocturnos para la práctica deportiva, producto de la falta del servicio de energía eléctrica y muchas personas solo pueden disponer de la noche para hacer deporte por compromisos de estudios o de trabajo”, añadió.

En este sentido, las autoridades deportivas evaden responsabilidad, mientras que  quienes manejan la franquicia de los Gigantes del Cibao aseguran que tan pronto concluye la temporada entregan la instalación al  Ministerio de Deportes.

Hernández deploró el hecho que mientras al estadio de béisbol se le invierten todos los años cerca de 40 millones de pesos para su reacondicionamiento, exclusivamente para su utilización durante el campeonato invernal, las demás instalaciones se están cayendo a pedazos, mientras que el pabellón para baloncesto y voleibol tuvo que ser  cerrados, por no disponer de condiciones mínimas para su uso.

“Eso es una vergüenza y lo peor es que el deporte permanece mudo ante esa situación”,  sostuvo.

El dirigente deportivo indicó que es un contrasentido que al estadio de béisbol se le inviertan 40 millones de pesos y que permanezca cerrado ocho meses del año. 

40 millones

De acuerdo con dirigentes deportivos de San Francisco de Macorís, en el acondicionamiento del estadio Julián Javier se invierten todos los años entre 30 y 40 millones de pesos para su uso, solo durante el torneo de béisbol invernal dominicano.  Los restantes ocho meses del año se mantiene cerrado.

Contraste

Mientras ello ocurre con el estadio Julián Javier, las demás instalaciones deportivas se “caen a pedazos” y la principal obra del comoplejo deportivo, el bajo techo para baloncesto y voleibol, fue cerrado hace más de cuatro años.

La pista de atletismo, construida a raíz de la celebración de los IV Juegos Deportivos Nacionales, en la actualidad constituye uno de los grandes dolores de cabeza del deporte de la provincia y la región del nordeste.

“Es la única pista de atletismo de la región del nordeste y no presenta condiciones ni siquiera mínimas para la práctica de esta disciplina deportiva”, afirmó Alfredo Rosa, presidente  de la Asociación de la provincia Duarte,  acompañado del secretario general de la entidad, Carlos Antonio Rosario, quien comparte las mismas preocupaciones.

Valora el hecho de que todavía la juventud se mantenga en la práctica de esta disciplina, pese a las condiciones precarias en que debe desarrollar sus actividades y la falta de incentivos.

“La pista está completamente deteriorada, no ha sido reparada nunca, no tiene baños y su utilización representa un riesgo de lesión para los atletas, porque en el 2004 vinieron y le echaron un cemento y hasta ahí lo dejaron”, dijo. Explicó que  la práctica se realiza en el interior de la pista.

“Solo podemos participar en competencias que se realicen fuera de la provincia y la región, porque en esta zona no hay donde presentar un torneo de atletismo”, sostuvo.

Rehabilitación.    El señor Rosario explicó que en el 2004 se contempló reacondicionar la pista de atletismo y se trajo el material sintético.  Los trabajos iniciaron  y se asfaltó para la colocación del Chevron.  Además, se trajo la utilería que requería el atletismo.

“Pero, luego, el Chevron desapareció, la utilería también desapareció, nadie sabe nada y seguiremos desarrollando nuestras actividades en la más absoluta precariedad”, manifestó.

“Esto debería ser una vergüenza para el deporte, las autoridades y el país”, proclamó Rosario, quien no oculta su frustracción.

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