Instalan energía solar a 29 familias

Instalan energía solar a 29 familias

POR ODALIS MEJIA
LA MANACLA, Santiago.-
A Jesús María Pérez, un agricultor  con nueve hijos y mujer, le fue mal en la última cosecha de habichuelas el pasado mes de marzo. Las lluvias dañaron sus  siembras y aunque se siente apenado, puede distraerse oyendo música o viendo la televisión sin problemas.

Pérez tiene 50 años viviendo allí y anteriormente alumbraba su pequeña casa de madera y cinc con una “humiadora de gas”, que consumía RD$25.00 por día y para el radio tenía que cargar baterías a RD$20.00 en un lugar ubicado a varios kilómetros de distancia, en un viaje que se hace a pie o en burro.

Ahora tiene energía permanente, gracias los paneles solares  instalados a las 29 familias que viven en La Manacla, una comunidad ubicada a unos 1,000 metros de altura cerca del pico Diego de Ocampo. “La vida me ha cambiado al triple”, expresa Pérez.

Este proyecto de iluminación fue elaborado e instalado por la Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI) con la colaboración de la secretaría de Industria y Comercio, que donó los paneles, el inversor y las baterías con garantía de duración de cinco años. El costo promedio de cada equipo fue de RD$32,500.

Con el sistema de energía limpia, los beneficiarios pueden encender un televisor, un equipo de música y bombillas de bajo consumo durante 24 horas.

Los beneficiarios pagan RD$100  al mes como aporte para un fondo  manejado por un comité. Aunque algunas familias están atrasadas con la cuota, debido a las dificultades que han obtenido en las últimas siembras, la mayoría tiene la intención de pagar, según explicó Juan Teodoro Aracena, miembro del comité.

El propósito del fondo es resolver problemas de la comunidad. Con lo que han obtenido hasta ahora ya se han comprado algunos materiales para iniciar la construcción de una iglesia, y alabar más a Dios.

La Manacla es la primera de cinco comunidades que rodean el área protegida del Monumento Natural José de Jesús Jiménez Almonte y que se beneficia del Centro de Producción de Energía Limpia de SOECI, el cual se pretende extender a 75 familias más que viven alrededor de esa reserva natural.

Desde el 5 de julio de 2005, SOECI administra el área protegida del Pico Diego de Ocampo bajo un acuerdo de co-manejo firmado con la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

OTROS TESTIMONIOS

Yolanda Almengos es una joven esposa que se siente mejor cuando puede escuchar música y ver televisión todo el día. Con estos entretenimientos puede mitigar la larga y dura espera de su esposo y acortar las largas noches del campo. Con aparente ingenuidad muestra su júbilo: “claro que estoy muy contenta porque ahora siempre tengo luz”.

Maritza Rivas, una joven madre junto a sus tres hijos, también muestra alegría por tener energía permanente. Con típica timidez de mujer del campo, dice que tiene un nivel de vida mejor.

“SOECI ha ayudado a que la gente se sienta bien”, expresa Teodoro Aracena (nene), cuya residencia es referencia obligada de        La Manacla y donde casi la mayoría de los caminantes se detienen a tomar café o simplemente charlar un poco.

FALTA MÁS

Aunque los habitantes de La Manacla se sienten mejor con la energía limpia a bajo costo, señalan que les aquejan otros problemas como son la falta de apoyo e incentivos para los agricultores, sobre todo los pequeños, para sus labores de siembra.

Jesús María Pérez relata que cuando la cosecha sale mal, como sucedió con la última, pierden todo y entonces tienen que acudir al prestamista para obtener un crédito rápido para la próxima siembra.

“Hay en vece que uno siembra pa´pagai no má y uno trabaja pa´tai  cansao y se come lo que apareca, si son guineo vacío o con aguacate con lo que sea”, comenta con pena, tras agregar que si al menos recibiera una asistencia gubernamental su situación fuera menos mala.

Además de la incertidumbre propia de la agricultura, los campesinos reclaman la reparación de los caminos que se encuentran intransitables y cuando llueve desplazarse por ellos es muy difícil.

También en términos de salud los habitantes tienen muchas limitaciones, ya que apenas cuentan con una clínica rural que brinda servicios sólo tres días a la semana. Recientemente se inauguró un centro sanitario en El Ranchito, pero que aún no ha iniciado a prestar asistencia.

Tampoco a nivel recreativo no existe ninguna infraestructura donde los campesinos puedan recrearse y liberar sus duras cargas diarias.

PROGRAMA

AGROFORESTAL

Dentro del acuerdo de co-manejo del pico Diego de Ocampo, SOECI también brinda apoyo a los agricultores como parte de su programa agroforestal que busca utilizar de forma más apropiada la tierra a través de técnicas de uso y conservación de suelo que eviten la erosión, la sedimentación y contaminación.

Como explica Moronta, a través de parcelas forestales los agricultores combinan la foresta y el uso agrícola dentro de un mismo espacio, donde tienen madera y cultivos. La elevación del pico lo hace proclive a la erosión, por lo que colocan barreras naturales para dividir el terreno e impedir que las presas reciban los elementos de la sedimentación y terminen contaminadas. Así también se conserva la loma.

En las parcelas un árbol puede ser aprovechado varias veces, a través de cortes de maderas especiales. “La idea es tener un impacto suave al medio ambiente para mantener un desarrollo sano y sustentable”, señala Polanco.

En todo Diego de Ocampo SOECI ofrece apoyo a más de 200 unidades productivas que cosechan tabaco, habichuelas, café, cítricos, madera y además son usadas para la ganadería.

También la institución no lucrativa ha instalado cinco acueductos para abastecer de agua a las comunidades que viven en esa zona montañosa. Para tales obras el gobierno de Japón facilitó su mano amiga. Las comunidades beneficiadas fueron El Mango, Ranchito, El Hoyo, Guazumita, Piche, La Manacla y la Cruz.

¿Y quién les paga?

Sostenida en los hombros de sus miembros voluntarios a través de cuota mensual, SOECI se financia además por subvenciones de la Secretaría de Medio Ambiente, ayudas de Agricultura, el Ayuntamiento de Santiago, entre otras instituciones.

Para algunos proyectos solicita la cooperación de organismos internacionales que casi siempre les dicen que sí, debido a la garantía y experiencia de trabajo que tiene esta institución fundada en el 1976 y que labora en Diego de Ocampo desde el 1990.

La entidad cuenta con un apoyo militante de 92 grupos de base, quienes además de guías, aportan mano de obra para abaratar los costos. “Muchos organismos internacionales se sorprenden cuando ven que a nosotros las obras no salen más barata y por eso nos apoyan”, dice Moronta.

Recientemente SOECI ganó el premio en la Feria de Desarrollo de la Juventud que auspicia el Banco Mundial y la Unión Europea por la construcción del Centro de Visitación del pico Diego de Ocampo, el cual consta de casetas de acceso, programa de vigilancia y con un grupo de jóvenes guías. 

EL CENTRO

Recientemente, SOECI también estrenó su Centro de Agroecología y Energía Limpia, construido lo más ecológicamente posible. Consta de cinco edificaciones autosuficientes que reciben una energía que combina los tres sistemas naturales: hídrico, eólico y solar.

La unidad de reconversión se alimenta de una turbina hidroeléctrica con capacidad instalada por día de 12 kilowatts, dos molinos de viento de 18 kilowatts y 24 paneles solares de 18 kilowatts. Estas unidades en condiciones normales y términos reales aportan diariamente entre 15 a 20  kilos.

El centro cuenta también con una estación meteorológica digital para el monitoreo climático del entorno donada por el Cuerpo de Paz. Los edificios están construidos en piedra encajonada para mostrar a los moradores el valor de sus recursos.

Esta combinación de aire, agua y sol para generar energía busca garantizar de forma permanente la iluminación, ya que debido a las condiciones geofísicas en la zona, uno de los elementos puede fallar, entonces otro compensaría, tal como explicaron Luis Polanco y Henry Moronta, técnicos de SOECI.

Además el centro cuenta con un dormitorio con capacidad para 48 personas, un área administrativa, amplia cocina-comedor y un aula para la capacitación de los guías.

¿Quién fue Diego de Ocampo?

Diego de Ocampo fue un luchador negro, principal exponente del movimiento antiesclavista en la isla de Santo Domingo junto con Sebastián Lemba, Juan de Vaquero, Diego de Guzmán, Fernando Montoro y otros.

Para 1538 se sublevó con un grupo de esclavos cimarrones, durando más de 10 años en pie de lucha en las montañas. En honor a este negro cimarrón se nombró como Diego de Ocampo, el pico más alto de la Cordillera Septentrional, donde se han reportado más de 400 especies de flora, un alto número de estas son nativas y endémicas, de las cuales alrededor de 80 son arbóreas, más de 100 helechos, 30 tipos de orquídeas, 20 especies de bromelias, entre otras.

También existe allí una presencia extraordinaria de Manaclas, especies de palmas y del árbol Nogal. Mientras que en cuanto a la fauna, el grupo más apreciable lo constituye las aves como la cotorra, el perico, el jilguero, la paloma, el carrado, el guaraguao, el papagayo, la cuyaya, la lechuza, etc.

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