Instalan verjas para evitar robos

Instalan verjas para evitar robos

POR GERMAN MARTE
Ante el auge de la delincuencia en el sector, algunos comerciantes del ensanche Espaillat han optado por instalar verjas de seguridad en sus negocios para protegerse de posibles asaltantes durante las noches, dijeron que prefieren vender menos o estar incómodos, a sentirse inseguros e indefensos.

Como si de cárceles se tratara, tan pronto el sol se acuesta, los comerciantes comienzan a auto encerrarse tras gruesos barrotes, para evitar que los atraquen o asalten sus negocios.

Los comerciantes que han tomado esta medida ya han sido víctimas de los asaltantes, que aprovechan la oscuridad y el poco flujo de personas para cometer sus fechorías.

«A más tardar a las siete de la noche esa verja está cerrada», afirmó Jesús Tejeda, del colmado cafetería Virgo, de la calle Nicolás Casimiro entre las calles doce y catorce, «estamos evitando un atraco», acotó con naturalidad.

Dijo que ya los vecinos se han acostumbrado a comprar a través de las rejas.

Los demás colmados y negocios del barrio que no disponen de verjas tienen que cerrar más temprano, para evitar ser víctima de los ladrones, como ha hecho Martha Hidalgo, de la tienda El Extranjero Moda, quien afirmó que cierra su negocio a más tardar a las seis y diez de la tarde.

Entretanto, en el colmado Los Mellizos, de la calle Central número 62, también en el ensanche Espaillat, «ponen los hierros» desde las siete de la noche por temor a los delincuentes y asaltantes.

«Eso se está haciendo desde hace como dos meses», expresa José Miguel Tiburcio.

Dijo que hace unos 60 días unos atracadores armados de pistolas mataron a un hombre mientras se encontraba en el interior del colmado.

Consideró que la Policía Nacional debería disponer una mayor vigilancia en el sector para evitar estos actos delictivos.

El más veterano de todos los comerciantes que han instalado verjas en este sector colindante con el tristemente célebre barrio Gualey, es sin dudas Aurelio Alonso, de la Casa Alonso, en la calle 16 esquina G, quien afirma que ya se cansó de que lo atraquen, y por eso prefiere vender menos pero estar más seguro.

Manifestó que la situación del barrio «da grima» por la gran cantidad de delincuentes que hay.

Dijo que lleva tiempo encerrado para evitar que lo atraquen otra vez. Afirma que los ladrones han tratado de asaltarlo «como 80 mil veces».

Desde hace tiempo la modalidad de colocar verjas en el interior de los negocios era vista sólo en las compraventas de los llamados barrios «calientes» de la Zona Norte del Distrito Nacional, pero ahora está siendo imitada por los colmados.

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