Instituciones artísticas fijan posición frente a conflicto Bienal de Artes

Instituciones artísticas fijan posición frente a conflicto Bienal de Artes

La XXVII Bienal de Artes Visuales ha sido sometida a una serie de cuestionamientos tanto en su organización como en sus resultados finales.

El Colegio Dominicano de Artistas Plásticos, CODAP, así como los integrantes del jurado que tuvo a su cargo la evaluación de los trabajos, emitieron sendos documentos que  reseñamos a continuación. 

 CODAP pide anulación de Bienal.  El Colegio  Dominicano de Artistas Plásticos, CODAP, solicitó ayer la anulación de  la XXVII Bienal Nacional de Artes Visuales,  el retiro inmediato de las obras de los artistas participantes  y la reposición de la Dirección de Artes Plásticas, en el Ministerio de Cultura.

La solicitud fue hecha ayer de manera pública mediante un documento dirigido al presidente de la República, Danilo Medina; al Ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez;  a la directora del Museo de Arte Moderno, María Elena Ditrén;  al Comité Organizador de la Bienal y a la Defensora del Pueblo, Zoila Medina.

En sus considerandos, dicho documento hace una serie de cuestionamientos, entre los que están  la eliminación de la Dirección Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura  y por esa razón el Comité Organzador de dicho evento carece de una representación numérica adecuada de  artistas plásticos dominicanos; también  que las bases de la XXVII Bienal Nacional fueron abiertas a todos los públicos, afectando las reglas establecidas para la participación de dicho evento. Asimismo, señala “Que el veredicto final  no fue entregado al Comité Organizador de la Bienal, permaneciendo esos resultados en las manos de la directora del Museo hasta la noche de la premiación,  “afectando directamente a las categoría iniciales y esenciales”.

Además, expresa “que dicho laudo no investigó ningún proyecto para verificar lo inédito de las propuestas seleccionadas y posteriormente premiadas”.

La firma del documento está  encabezada por  Clinton López, presidente del CODAP.

Jurado rechaza juicios. El equipo encargado de evaluar los trabajos, integrado por los especialistas de la plástica Chus Martínez, Quisqueya Henríquez y Bingene Armenteros, expresa en un documento que “Como Jurado recibimos denuncias sobre el carácter no inédito del performance de Joiri Minaya, artista joven, pero de gran madurez artística. Tras nuestra investigación concluimos que la obra “Satisfecha” no ha sido presentada con anterioridad, como lo demuestran cartas escritas por la institución donde algunas personas aseguran ha sido expuesta esta obra.

“La osadía de su trabajo reside en una simplicidad al servicio de una intención estética y política ambiciosa. Su obra denota sensibilidad, firmeza, capacidad de entender el contexto desde el que trabaja y, a la vez, capacidad de responder a él con un lenguaje tan complejo y difícil de adaptar a contextos institucionales tradicionales.

“Por otra parte, Ariadna Canaán ha sido objeto de múltiples ataques por usar la obra de Lara Almarcegui como referencia en su obra “La casa perdida”.

“Rendir tributo a un artista, aprender de otro, no es un plagio, sino la constatación de que, efectivamente, aprendemos solo si somos capaces de incorporar las enseñanzas de otros. Lara Almarcegui en persona lamenta profundamente este ataque injustificado a una artista que repite un gesto formal, creando una escultura que hoy, en el contexto de esta bienal, es inédita y distinta a la suya, pero que se suma a una larga genealogía de trabajos que parten de Smithson y Matta-Clark” –expresa el comunicado del jurado. 

Martínez, Henríquez y Armenteros señalan  que “los artistas son hijos de su tiempo, sus lenguajes y expresiones están en vínculo permanente con su realidad local y global y  en esta edición los artistas dominicanos y extranjeros residentes en el país plasmaron sus ideas con mucha calidad”. También expresan que “si bien las categorías históricas tuvieron propuestas interesantes, también muchos artistas optaron por presentar su trabajo utilizando otras prácticas artísticas, como instalación, performance y multimedia, nacidas casi todas a principios del siglo XX”.

Aclaran que “el no premiar algunos renglones no es estar en contra de estos, es una invitación a que los artistas experimenten más con los medios  tradicionales”. Finalmente,  expresan en su documento que “desacreditar al jurado es poner seriamente en riesgo la relación de profesionalidad que ha existido entre la institución pública, abierta y respetuosa de las decisiones y los artistas. Desacreditar a un jurado riguroso, profesional y con un deseo de servir a los artistas es lo contrario de disentir democráticamente”.

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