Instituto Reformatorio, una obra de amor de la iglesia católica

Instituto Reformatorio, una obra de amor de la iglesia católica

POR LEONORA RAMÍREZ
SAN CRISTOBAL.-
Domingo García está disfrazado de aserrín. Ese residuo de las maderas que pule oculta a un joven padre y su paso por el Instituto Reformatorio de Menores de San Cristóbal, que lo acogió por varios años y que le presentó las ventajas de vivir lejos de la violencia.

Su conducta está de cara al sol. Vive de lo que aprendió, de la ebanistería, y de eso mantiene a su esposa y sus dos hijos. Al «Refor», como se conoce la entidad, le debe muchas cosas, pero sobre todo la integridad y la dignidad.

El es uno de los miles de muchachos en conflicto con la Ley que han recibido instrucciones didácticas y morales desde el 15 de mayo de 1955, fecha en que se fundó.

La celebración del medio centenario es propicia para airear los éxitos de la institución, en el contexto de la reeducación de los alumnos, y del servicio que ofrece a la comunidad sancristobalense, a través de la educación formal y de cursos que imparte el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), mediante los cuales se graduaron 1,835 estudiantes.

Pero también para cuantificar la responsabilidad de regenerar a los jóvenes. De 1956 al 2004 el «Refor» recibió a 12,861 menores; y de 1975 al 2004 la mayoría procedía de San Cristóbal, Santo Domingo, San Juan de la Maguana, Cotuí, San Francisco de Macorís, Higuey, Montecristi, y Santiago.

En el citado período las principales violaciones a la Ley la encabezaron el robo y el homicidio, con 2,663 y 209 casos, respectivamente. Por indisciplina han sido ingresados en el centro alrededor de 413 menores, por protección 486, por vagancia 278, por violencia 223, por estupro 111, por atracos 45, por violación 228, por agresión 352, por drogas 141, entre otros.

CRÍTICAS AL SISTEMA

El padre Manuel dice que en los cuatro años que tiene dirigiendo el «Refor» ha tenido muchas satisfacciones, y algunos pesares de rigor.

Pero entre las cosas positivas cita las valoraciones que sobre la institución dio una representación del gobierno Vasco que visitó el país recientemente, y que consideró al «Refor» como una entidad modelo en América Latina, e inclusive mejor que centros similares que funcionan en Escocia.

El haber recibido el «Premio Brugal Cree en su Gente», por la excelencia académica de la escuela Angulo Guridi, también es un motivo para estar contento.

La nota discordante de ese embrujo fue la cancelación, en este período gubernamental, de varios maestros de la citada escuela, que pertecene al centro y de la cual él es director.

«Me dolió que hayan querido politizar este centro, que despidieran a siete empleados, es verdad que poco a poco la situación se fue resolviendo, a mí me repusieron de nuevo, pero eso no debió pasar».

«Según un convenio que tenemos con el gobierno desde el año 1955, y que se renovó en el 2001, el director del reformatorio lo es también de la escuela Angulo Guridi, por lo cual le deben dar dos tarjetas (o puestos) aunque yo solo cobro una».

El padre Manuel, mientras despacha con algunos empleados cuestiones ordinarias en una sencilla oficina, comentó que «no puedo decir que he sentido frustraciones en estos años, pero es triste ver que no avanzamos, que por una parte hablan de modernización del Estado, se les va mucho tiempo en reuniones tontas…mientras no atienden lo suficiente al mejor centro del Caribe en materia de reeducación».

En ese sentido, criticó la falta de sensibilidad del Estado para tratar el tema de los centros de reeducación de menores, y precisó, que con el nuevo Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de los Niños, Niñas y Adolescentes, se han complicado algunos aspectos burocráticos.

«Porque con la Ley 136-03 se han añadido una serie de instituciones al sistema. Por ejemplo, el comité regional del Consejo Nacional para la Niñez (CONANI) no funciona en ningún lado, lo quieren hacer funcionar con grandes suelos, pero no, en vez de eso, que pongan una oficina donde hayan una psicóloga y un orientador social que ofrezcan asistencia a las familias que lo requieren».

Además destacó que «todavía no está la gente que tiene que estar en cada nivel de atención, quisiera ver a los jueces como personas humanas, que se pongan en el sitio de las familias, porque es muy fácil ver a los muchachos como personas malas, ellos no son malos, son todos buenos».

DEL REFOR Y SUS ANTECEDENTES

El «Refor» depende de la Secretaría de Salud Pública, en virtud de la Ley 136-03. Sus fundamentos principales son la regeneración de los menores y sus familiares, mediante intervenciones pedagógicas y terapéuticas, que se aplican paralelamente con programas de formación académica, técnico vocacional y otras atenciones especializadas.

En ese contexto el lema del organismo es «cada joven que se reeduca es una generación que se salva».

Cohabitan en el centro 100 alumnos residentes declarados culpables de cometer diversos delitos, pero también tienen la modalidad de semi-internos para un cupo de 20 niños y adolescentes con problemas conductuales no sancionados por la Ley.

En la escuela Angulo Guridi hay un promedio de 500 alumnos externos, que estudian junto con los internos «sin ningún problema», de acuerdo al religioso. A parte de los maestros que laboran en la escuela, el «Refor» cuenta con cuatro psicólogos orientadores, educadores, y religiosos muy preparados en materia de reeducación de menores.

La institución se creó el 28 de febrero de 1938 con el nombre de Reformatorio Presidente Trujillo, y el primer local, ubicado en unos barracones que anteriormente fungían como cuartel, tenía capacidad para 300 niños y adolescentes.

En abril de 1952 los menores fueron trasladados a otros barrancones, ya que en la zona donde estaban se construiría una urbanización. El lugar escogido se encontraba en la calle María Trinidad Sánchez, frente a la Logia, en el lugar que luego ocupó la sede del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y que antes había servido de dispensario médico.

La actual edificación se inauguró el 15 de mayo de 1955, y se le cambió el nombre por el de Instituto Preparatorio de Menores Presidente Trujillo, que lo tuvo hasta 1961.

El 19 de julio de 1955 se firmó un contrato entre el Estado dominicano y la congregación de los Religiosos Terciarios Capuchinos, por el cual a partir del primero de enero de 1956 esta orden se hizo cargo de la dirección, administración y gestión educativa del centro correccional.

EL SOSTEN HUMANO DEL CENTRO

Sin la dedicación de los empleados, desde la doctora encargada del consultorio médico, hasta las mujeres que elaboran los alimentos, el «Refor» no tuviera la excelencia que exhibe, reconoció el padre Manuel.

La doctora Margarita Delgado, el padre Diego, educador chileno encargado de una de las secciones, el religioso costarricense José Brenes, coordinador del área de talleres, José Juan García, que asiste pedagógicamente a los menores, Roberto Guasal, encargado de ebanistería, son parte de los profesionales que dejan algo de sí en la institución.

UN DIRECTOR INCANSABLE

El padre Manuel Diez dirige el centro desde hace cuatro años, pero está en la entidad desde 1997 cuando ocupó el cargo de administrador.

A su llegada recibió la sonrisa y la amargura de los jóvenes en conflicto con la Ley y con ellos mismos, la solidaridad de la comunidad, el desamparo de algunos sectores, y en ocasiones la indiferencia de los organismos oficiales que deben brindarle asistencia.

Pero este español no desmaya. Por conseguir los recursos que necesita toca las puertas que sean necesarias, «a mí no me da pena solicitar ayuda, es más, en estos días voy a comprar dos latas de salsa de tomate para fingir un motín…a ver si me atienden».

Sin embargo, el sacerdote destacó la asistencia que recibe, entre otras entidades, del Programa de Medicamentos Esenciales (PROMESE), del Programa de Apoyo a la Reforma y Modernización del Estado (PARME), el cual donó camas y computadoras.

POR CULPA DEL METRO

Una de las urgencias del «Refor» es la demolición del edificio principal, debido a su progresivo deterioro. El expresidente Hipólito Mejía prometió la reconstrucción total, de hecho comenzaron con el área de los talleres…pero ahí quedó todo.

Al llegar al poder el Presidente Leonel Fernández el padre Manuel retomó el tema, hizo las llamadas pertinentes, un técnico de la Oficina Fiscalizadora de Obras del Estado inspeccionó las instalaciones, pero luego de un largo silencio la respuesta fue esta: todos los técnicos están trabajando con la Oficina del Metro de Santo Domingo, la megaobra que pretende construir el gobierno para modernizar el transporte.

«No sabemos si eso que nos dijeron es verdad o no, pero el caso es que no han vuelto más», refirió el sacerdote al destacar que hace tres años la remodelación del centro estaba presupuestada en RD$32 millones.

Pero no todo es desaliento. Este año la Secretaría de Salud Pública incrementó la asignación mensual a RD$550.000.

«Estamos más desahogados, pero siempre se necesitan más recursos para completar una serie de actividades integrales que requieren estos muchachos para ser reeducados.

«La recreación juega un papel importante, por eso en Semana Santa invertimos RD$73,195.80 en un campamento en Jarabacoa, que pudimos costear con diversas actividades previas».

Un millón de pesos es la cifra ideal para llenar los vacíos que siempre quedan.

 

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