El Instituto Superior Pedro Francisco Bonó no ostenta una opulenta instalación, ni una universidad con numerosos estudiantes, ni mucho menos de un target mediático con ruidos externos; sin embargo, está etiquetado como la mejor universidad de filosofía y humanidades del país.
Su protocolo pedagógico está marcado en la educación ignaciana, con una larga tradición e influencia de Ignacio de Loyola y de la habilidad que tuvieron él y los primeros jesuitas para armonizar dicha experiencia con todos los elementos culturales y sociales del entorno que encajaban con su visión antropológica.
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“Educar para transformar es nuestro norte. No concebimos que uno se gradúe y que no le aporte nada al país porque toda profesión tiene un aspecto social y se debe asumir el compromiso de devolverle al país lo aprendido”. La reflexión es del sacerdote jesuita Francisco Escolástico, rector del Instituto Superior Pedro Francisco Bonó.
Resaltó que hay algo en el egresado de una institución de educación superior, y es que no puede ser simplemente lucrar dinero, fama y poder, sino que tiene que cultivar una forma más amplia de servicio y vocación. Esas son notas distintivas de los jesuitas, que desde 1548 están educan por un mundo mejor.
“Hay que educar, pero se tiene que demostrar los frutos en la sociedad, no es solamente un éxito profesional de ganar dinero, que está muy bien, todos necesitamos esos recursos; ahora, en ese sentido, tenemos una visión antropológica que cultiva a la persona en una dimensión ética, sociopolítica, comunicativa, corporativa y afectiva”.
Acuerdos con otras universidades:
El Bonó pertenece a la Asociación de Universidades de América Latina, una red mundial de más de 300 academias, lo cual permite compartir e intercambiar experiencias.
Es importante destacar que, por un acuerdo con la Universidad Gregoriana de Roma, el Bonó puede expedir el título eclesiástico en filosofía. Es la única institución que lo ofrece en el país, y posiblemente en la región.
Pero también tienen convenios de intercambios culturales con el Instituto Superior de Estudios Educativos Pedro Poveda-ISESP- y el Instituto Politécnico Loyola.
“Creamos estrategias y técnicas juntos para consolidarnos cada día más y no perder el norte de cuál es la visión y la misión de la red”.
Logros en sus 40 años
El padre Escolástico expresa con orgullo que los egresados del Bonó están dispersados por el mundo compartiendo sus conocimientos a través de la docencia en importantes universidades.
También tienen la revista Estudios Sociales que se ha mantenido durante todos estos años como un medio único en el país de análisis social. “Otro fruto ha sido la editorial Bono. Tenemos varios años publicando una serie de contenidos de la diáspora dominicana, un espacio para esos dominicanos intelectuales que viven en Europa y EEUU.
Nivel académico
Las asignaturas principales son impartidas por jesuitas y para las demás seleccionan con mucho cuidado su equipo docente.
“Tenemos dos cualidades fundamentales que son las competencias y sus áreas, y un sentido muy profundo de la justicia e inclusión social, de tal manera que el profesorado que tenemos aquí tiene un compromiso social por un mejor país y a la vez aporta con importantes investigaciones”.
Su nivel académico es muy alto, un ejemplo de ello es que cuatro de sus profesores han ganado el Premio Nacional de Ensayo.
“Intentamos mejorar la pedagogía que también es otro desafío porque el estudiantado ha cambiado su manera de relacionar con nuevas tecnologías y eso nos obliga a buscar estrategias actualizadas”, dijo.