Instrumento de retroceso laboral

Instrumento de retroceso laboral

De convertirse en ley el proyecto de Primer Empleo, que ya fue aprobado en la Cámara de Diputados, se estaría poniendo en vigencia un instrumento de retroceso que desmontaría algunas prestaciones sociales importantes conquistadas por los trabajadores.

Una legislación para apoyar la anulación de prestaciones laborales y obligaciones fiscales que benefician a los propios trabajadores, sería una denegación de los principios modernos de contratación de fuerza de trabajo, aparte de que entraría en contradicción con acuerdos comerciales de los que el país es compromisario. Lo menos que puede aspirarse es que esta pieza sea rechazada en el Senado por su carácter retrógrada.

Lo aconsejable es que el Senado acoja los principios que inspiraron al Presidente Leonel Fernández  para sustanciar su charla sobre el tema Desarrollo Sostenido, que dictara en la celebración del 46 aniversario de la Confederación Autónoma Sindical Clasista. El país, dijo, no está en venta para inversionistas que pretendan instalarse en el país para explotar a los trabajadores con salarios por debajo de otras naciones. Su posición en ese sentido permite inferir que también se opondría a cualquier práctica que disminuya reivindicaciones sociales bien ganadas por los trabajadores, como ocurriría si se aprobara definitivamente el proyecto de Primer Empleo. Ese instrumento de retroceso no debe pasar.

Compromiso que hay que honrar

La situación que afecta a los productores de cebolla de Baní y San José de Ocoa hace entender que en el Gobierno hay una prédica y una práctica discordantes. Cuando el Presidente de la República hace énfasis en apoyar la producción agrícola y especializa fondos para financiación de siembras, por otro lado la Secretaría de Agricultura mantiene descapitalizados a productores de cebolla de las dos demarcaciones citadas, al retenerles RD$117 millones  por la producción que entregaran a esa cartera.

El apoyo a la producción agrícola no solo lo constituye el acceso oportuno al crédito  para financiar las siembras y las labores afines. Si la producción entregada a organismos oficiales no es pagada a tiempo, los productores no pueden cumplir compromisos con plazos fatales que han asumido con la banca que financió sus cosechas. No puede haber a la vez en el Gobierno discursos y prácticas discordantes en una materia tan delicada como ésta.

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