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Desde mayo pasado un experto en técnica de masaje japonés está entrenando a 13 no videntes, estudiantes del Patronato Nacional de Ciegos, con el propósito de que en un futuro inmediato los conocimientos recibidos se traduzcan en una forma de ingresos que sirva de beneficio para ellos y sus familiares.
La técnica es el shiatsu, una terapia que actúa con una suave presión sobre determinados puntos del organismo pero haciendo hincapié sobre todo en ambos lados de la columna vertebral. El paciente suele acostarse en el suelo o sobre una superficie que no sea excesivamente blanda.
Kolli Fulliki es el nombre del instructor, quien explicó que a diferencia de las técnicas de masajes europeos y estadounidenses, éste es un tipo de masaje práctico ya que el paciente no necesita desvestirse.
Según Fulliki, éste tipo de masaje ayuda a calmar el dolor, estabilizar el sistema nervioso y las tensiones de las personas. Consiste de acuerdo al experto en presionar sólo los puntos del organismo a través de los dedos pulgares y las palmas de las manos con el uso de una toalla. Es decir, presionar por cinco minutos y soltar por uno y así consecutivamente hasta que el paciente se sienta totalmente relajado y por ende le haya desaparecido sus dolencias. Es muy importante que el paciente sepa mantener el ritmo respiratorio.
Según Fulliki, en los países orientales las personas piensan que la mente domina la carne, por eso, la base del shiatsu son estos dos elementos (mente y carne).
La teoría médica japonesa y china son las fuentes del shiatsu. Al igual que en la acupuntura, se parte de que actuando sobre determinados puntos del organismo se puede curar o mejorar muchas enfermedades.
La presión de los puntos se aplica de forma coordinada con la respiración del paciente para conseguir de esta manera una mayor relajación y mejor fluir de la energía.
Se ha demostrado que la prevención, el mantenimiento y la mejora de la salud integral son factores sobre los que incide el shiatsu, por ello está considerado como eficaz en el campo de la medicina preventiva, careciendo de efectos secundarios.
Fulliki, quien posee unos 20 años de experiencia sobre esta técnica, estará impartiendo clases en el Patronato Nacional de Ciegos por espacio de dos años.
