Insuficiencia renal crónica y salud oral

Insuficiencia renal crónica y salud oral

Muchas son las causas y diversos los tratamientos para la insuficiencia renal crónica, un daño irreversible de los riñones que se trata con diálisis, hemodiálisis y trasplante renal.

Las personas que sufren esta enfermedad pueden observar a nivel oral diferentes manifestaciones, como son: xerostomía, palidez en la mucosa, desmineralización ósea, movilidad dentaria y halitosis causada por el fetor urémico.

La presencia de urea en mayor cantidad en la cavidad oral favorece la formación de tártaro (cálculos dentales) y por lo tanto, la retención del “biofilm”. Este hecho, unido a la pérdida ósea, aumenta considerablemente las posibilidades de padecer de una enfermedad periodontal.

Los pacientes renales crónicos presentan úlceras bucales muy a menudo, las cuales son focos ideales para infecciones secundarias.

Por eso es de vital importancia que todo paciente que va a iniciar tratamiento de diálisis o trasplante renal visite previamente al odontólogo con el objetivo de ser evaluado clínica y radiográficamente.

Lo ideal es que todo foco infeccioso en la cavidad oral sea eliminado, en caso de pronóstico reservado o de que el profesional de la salud oral tenga dudas del éxito del procedimiento, es preferible que se realice la extracción dentaria.

Para prevenir complicaciones en la salud general de estos pacientes, es de rigor tener un estricto control de la higiene oral y eliminar diariamente la placa bacteriana. Es recomendable que cada tres o cuatro meses el paciente visite al odontólogo para darle seguimiento a su programa de mantenimiento de su salud oral.

El estado en que se encuentra la afección renal, así como la actitud psicológica del paciente son factores determinantes en el momento de realizar el plan de tratamiento, lo que sí es innegociable es la presencia de focos infecciosos, y los más comunes son fruto de caries y enfermedad periodontal.

El éxito del tratamiento renal está íntimamente ligado a la ausencia de procesos patológicos o infecciosos en otras áreas del cuerpo.

La higiene y la sana alimentación deben ser asumidas no solo por el paciente, también por los familiares y el personal de enfermería que le asiste.

Psicológicamente, el paciente dializado muchas veces se siente cargado, angustiado, y puede ver la rutina de higiene oral como un fastidio, aunque en otras oportunidades reconoce el olor desagradable que deja al hablar y por ello tiende a aislarse.

Cepillo, hilo y pasta dental además de un buen enjugue oral son aliados perfectos para el paciente renal. En este caso no solo debe elegirse que la pasta y el enjuague tengan flúor en su composición química, también se debe buscar que le ayude a tener un aliento fresco y combatir el olor característico de la urea.

El uso de cepillo eléctrico facilita este proceso, principalmente luego de las diálisis, cuando el paciente se siente agotado.

Debe existir una comunicación constante entre el nefrólogo y el dentista para el bien del paciente. Este debe estar informado siempre sobre los procedimientos que serán realizados, y autorizarlos.

Recuerde, la salud oral es más que importante en los pacientes renales crónicos. Para sus preguntas puede escribir a odontoinfo@gmail.com.

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