QUITO (AP) — El secretario general de la Organización de Estados Americanos aseguró el jueves que no hay manera de quedar al margen de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, como lo pretende hacer Venezuela y cuyas funciones han sido blanco de los dardos del mandatario ecuatoriano Rafael Correa, con quien se reunió para escuchar sus desavenencias.

«La CIDH está en la Carta de la OEA, por lo tanto no se prevé alguna forma de retirarse de ella», expresó en rueda de prensa José Miguel Insulza tras un encuentro en Quito con Correa, pactado después de meses de agrios comentarios de parte del gobernante hacia los pronunciamientos de dicha comisión.

Según Insulza, la Comisión Interamericana es autónoma en sus decisiones, pero admitió que «eso no significa que no deba ceñirse a las normas que van fijando los gobiernos y las autoridades del sistema interamericano».

Correa y su colega venezolano Hugo Chávez han reiteradamente acusado a la Comisión de actuar bajo presiones y para satisfacer los intereses de Estados Unidos.

De hecho, con base en ese argumento, Venezuela anunció el 2 de mayo que dejaría la CIDH. Insulza dijo que no ha recibido notificación formal de tal decisión.

El canciller ecuatoriano Ricardo Patiño, señaló que en el caso de Ecuador «no ha expresado… esa decisión, esa opinión siquiera», refiriéndose a la posibilidad de retirarse de la Comisión.

Y al referirse a la decisión de Venezuela, Patiño señaló que «es un tema de la libre decisión y soberanía de Venezuela».

Insulza y Correa se reunieron en privado para conversar sobre las críticas formuladas por Ecuador a la OEA y al sistema interamericano de derechos humanos.

En una declaración cuando recibió al secretario de la OEA, Correa dijo que «hemos elevado fuertes críticas … como nos caracteriza, con frontalidad y claridad».

Expresó su posición de avanzar hacia un Sistema Interamericano «mucho más cercano y acorde con las necesidades históricas de las realidades de nuestra América. Sabemos que tú (Insulza) compartes esa pasión por la patria grande».

Añadió que será muy difícil lograr una reforma profunda de la OEA para que represente los intereses de todos los países que la conforman, por lo cual abogó por «algo nuevo, mejor y nuestro, por ejemplo, Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), Unasur (Unión de Naciones Suramericanas)».

Insulza señaló que «debemos hacer un esfuerzo todos por mejorar el sistema», aunque destacó que los aspectos en común en el continente son mayores a las discrepancias.

«Es cierto que ya no estamos en los tiempos de las dictaduras y tenemos gobiernos democráticos, y eso hay que considerarlo probablemente para un mayor diálogo y un mejor entendimiento», puntualizó.

Insulza previamente dialogó con el vicepresidente Lenín Moreno para conocer un exitoso programa de ayuda a discapacitados que ha despertado interés de media docena de gobiernos de la región.