Insulza preocupado por Haití, Colombia

Insulza preocupado por Haití, Colombia

WASHINGTON (EFE).- El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, afirmó que las situaciones de Haití y de Colombia, por distintas razones, son las más preocupantes de América, un continente donde, en general, el problema es la «inestabilidad». En vísperas del comienzo, en Salamanca, España, de la XV Cumbre Iberoamericana, Insulza repasó en una entrevista con EFE la situación de la región y destacó en especial los problemas de gobernabilidad.

   El titular de la organización regional dedicada a la defensa de la democracia y la cooperación en el continente americano delimitó  las dificultades derivadas de lo que llamó «pugnas políticas», como las existentes en Nicaragua, Ecuador o Bolivia, de los problemas profundos que representan Haití y Colombia.

   Insulza dijo no creer que Venezuela «sea un problema en el continente» y, aunque reconoció que hay «molestias y reclamos con determinados países», opinó que la nación andina es un país «con el que se puede trabajar».

   «Nosotros promovemos el diálogo ante los roces que ha habido con EEUU y creemos que hay demasiados intereses en común como para tener una base de trabajo en la que resolver los problemas», aseguró el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).

   Mientras, su vecina Colombia «es la última guerra que tenemos en el continente», una guerra que, si bien no ha impedido que este «gran país crezca y se desarrolle», dura ya 50 años.

   «Este es un tema en el que la OEA está trabajando y va a trabajar más. Pero para seguir, necesitamos apoyo material, porque verbal ya nos lo han dado», afirmó antes de anunciar que piensa hablar sobre este particular con los jefes de Estado y de Gobierno en Salamanca.

   «No puedo ampliar solo» la misión de la OEA en Colombia, afirmó.

   Haití es su otra gran preocupación. En su opinión, éste es un «buen ejemplo» de coordinación entre la ONU y la OEA, y se muestra orgulloso de la tarea de inscripción electoral que la OEA ha llevado a cabo en este país donde, en cuatro meses, se ha conseguido apuntar en el registro electoral a 3,5 millones de personas.

   Pero advierte de que, si los países que trabajan allí ahora creen que «con las elecciones se termina todo y se pueden ir, se va a repetir un desastre que ya hemos repetido varias veces».

   «Hay que hacer un plan de medio y largo plazo. Nosotros estamos dispuestos a colaborar y a hacernos cargo de las cosas que se nos encarguen. Pero hay que tomar decisiones políticas pronto, y la cosa no es sencilla», asegura.

   Desde su despacho en la sede de la OEA, donde llegó hace ahora cuatro meses y medio, Insulza demostró que tiene muy clara la situación del continente donde, «en lo político, lo que más me preocupa es la gobernabilidad».

   Detrás de la «ingobernabilidad», dijo, hay «problemas sociales muy importantes. No digo que no pueda haber democracia en los países pobres, pero en países con la cantidad de pobres que hay en América Latina, donde hay más de 224 millones, y con la desigualdad que existe, es más difícil tener democracia».

   Por eso, en el terreno social, Insulza dijo creer que es muy importante avanzar en el cumplimiento de las «metas del milenio» que persiguen reducir la pobreza a la mitad en el mundo en desarrollo.

   En esto, como siempre, los países más avanzados van bien, los intermedios «adecuadamente» y los más pobres, mal, según Insulza, que se confesó preocupado por esta brecha.

   Insulza se dijo «partidario del libre comercio, por razones tanto económicas como sociales» y señaló que la integración latinoamericana es «necesaria y posible».

   En su opinión, los temas de libre comercio «han avanzado bastante en la región, a pesar de que no haya un ALCA» (Area de Libre Comercio de América).

   No obstante, el proceso de integración económica y política está «un poco estancado. No ha avanzado con la rapidez que yo quisiera».

   En el continente coexisten «demasiados organismos y eso hace que no esté claro el diseño de integración que se quiere hacer», dijo.

   Insulza dijo también que no veía problemas con las distintas «cumbres» que se celebran -la Iberoamericana, la de las Américas- porque «ambas son necesarias» porque tienen ámbitos diferentes.

   Tampoco vio en la recién creada Secretaría General de la Cumbre Iberoamericana «ni problemas, ni amenazas, ni contradicciones». Pero eso sí, afirmó preocuparle que «los países de América participen en tantos organismos» porque «son demasiados compromisos». EFE

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