Insurgentes cierran el cerco contra Aristide

Insurgentes cierran el cerco contra Aristide

PUERTO PRINCIPE.- Los insurgentes armados de Guy Philippe tomaron este viernes una nueva ciudad, Mirabalais (57 km al norte de la capital), que marca su avance hacia Puerto Príncipe, en momentos en que Canadá, Estados Unidos y Francia presionan para que el presidente Jean Bertrand Aristide abandone el poder, quien reiteró que no renunciará.

La caída de Mirabalais, de 140.000 habitantes, supone una mayor presión para presidente Aristide, quien perdió el apoyo de Washington, París y Otawa, cuando las Naciones Unidas estudian el envío de una fuerza multinacional, atendiendo al reclamo de las naciones del Caribe formulado el jueves ante el Consejo de Seguridad.

[b]Se aferra al poder[/b]

El mandatario haitiano reafirmó su voluntad de mantenerse en el poder hasta 2006, cuando constitucionalmente culmina su mandato, en declaraciones a la cadena CNN.

«Tengo la responsabilidad como presidente electo de permanecer donde estoy», declaró Aristide.

Francia lanzó este viernes un llamamiento a los haitianos para que instauren «un gobierno de unión nacional» sin el presidente Jean Bertrand Aristide, declaró el portavoz del ministerio francés de Relaciones exteriores, Hervé Ladsous, después de finalizar una reunión de una hora entre el ministro francés de Relaciones Exteriores, Dominique de Villepin, y su homólogo haitiano, Joseph Philippe Antonio.

Estados Unidos dio señales de abandonar a Aristide, al igual que Francia y Canadá, cuando el secretario de Estado, Colin Powell, dijo en la noche del jueves que el mandatario debía «examinar su posición cuidadosamente (…) se debe tomar una decisión en función de lo que es mejor para el pueblo de Haití y este momento extremadamente difícil».

Washington, sin embargo, sigue privilegiando la solución diplomática para resolver la crisis en Haití y no dio ninguna orden de despliegue militar, declaró el viernes un alto funcionario estadounidense, que pidió mantenerse en el anonimato.

«No se dio ninguna orden de intervenir militarmente», indicó a la AFP ese funcionario, quien agregó que la situación seguía siendo «muy cambiante».

El representante de la ONU para Derechos Humanos en América Latina, Roberto Garretón, defendió el viernes en Barcelona la legitimidad del gobierno del presidente haitiano.

«El de Aristide es un gobierno totalmente democrático, que puede haber cometido errores pero si está haciendo un mal gobierno, ya llegará el tiempo de cambiarlo», dijo Garretón a la agencia Europa Press.

[b]12 muertos[/b]

Puerto Príncipe se convirtió ayer en una ciudad azotada por la violencia, sin que la comunidad internacional haya dado pasos decididos para tratar de pacificar a Haití, que ha quedado fuera del control del presidente Aristide.

Al menos una decena de muertos y varios heridos, saqueos generalizados y caos absoluto han sido las notas dominantes de la jornada en Puerto Príncipe, mientras persiste la situación de tensión y violencia en varias ciudades de Haití.

Confusión, tiroteos, saqueos, cierre masivo de comercios y dificultades para el suministro de alimentos y ayuda humanitaria formaron parte ayer del paisaje de Puerto Príncipe, una ciudad de 2,5 millones de habitantes, prácticamente paralizada y en manos de grupos armados incontrolados partidarios de Aristide.

Los ataques han afectado a las gasolineras, alguna de las cuales ha sido incendiada, lo que ha interrumpido el servicio público de combustible en muchas partes de la capital, donde la mayoría de los barrios se quedó sin electricidad.

Todo esto se produce sin que los rebeldes del ex comisario de policía Guy Philippe hayan llegado a la ciudad, en medio de un laberinto de barricadas junto a las que deambulan grupos de partidarios de Aristide que detienen, registran o atacan a cuanto transeúnte que se aventure a ir por la calle.

Los grupos incontrolados se han cebado con los periodistas extranjeros, que han sido víctimas de agresiones, registros, robos, tiroteos e incluso un fotógrafo resultó herido al recibir un machetazo en un brazo, lo que ha obligado a los informadores a refugiarse en los hoteles para proteger su seguridad.

Un alto funcionario de la Secretaria de Estado de Seguridad Pública que no quiso ser identificado dijo a EFE que la Policía está debilitada ante el caos que existe en Puerto Príncipe.

La policía «ha fracasado en varios lugares del país», al aludir a la pérdida del control en las ciudades del centro, norte y parte del sur de Haití, que desde el pasado día 5, cuando cayó Gonaives, han sido controladas, una tras otra, por los rebeldes anti-Aristide.

Sin embargo, la comunidad internacional no ha tomado aún medidas claras para evitar un baño de sangre ante la inminente llegada de los rebeldes a la capital.

Varios gobiernos instaron a Aristide a dejar el poder para evitar la violencia.

Fracasadas otras iniciativas de negociación, Francia instó hoy a Aristide a hacer un «gesto patriótico» y evitar «una espiral de violencia que sería incontrolable», e insistió en que se trata de una medida de «total convergencia» con Estados Unidos y Canadá.

El gobierno de Aristide guarda silencio mientras aumenta hora a hora su aislamiento internacional.

Entre tanto, los opositores haitianos mostraron desde Puerto Príncipe su apoyo a la iniciativa de Francia, ya que incluye su «petición» de que Aristide abandone el poder.

Francia, además, solicitó el «establecimiento inmediato de una fuerza civil de paz» y, tras la parsimonia mostrada por el gobierno estadounidense, el presidente George W. Bush aseguró hoy que el envío de una fuerza multinacional «depende de un acuerdo político» que garantice la estabilidad de dicho cuerpo, que se encargaría de vigilar que se distribuya la ayuda humanitaria a los haitianos.

Fuentes del Pentágono dijeron que hoy mismo se podría ordenar el envío de una fuerza de 2.200 infantes de Marina a bordo de tres buques para situarse en las inmediaciones de las costas haitianas, los cuales tardarían entre cuatro y cinco días en llegar.

Con la ayuda demorada, los habitantes de la capital se enfrentan el temor de salir a las calles ante el miedo de una matanza, tal y como pronosticó hace unos días Aristide, y persiste la salida de delegaciones diplomáticas.

La OEA evacuó ayer a una parte del personal de su misión en Haití hacia República Dominicana «ante el deterioro» de la crisis y el gobierno brasileño envió hoy un destacamento del Cuerpo de Infantes de Marina para recoger a 28 ciudadanos y reforzar la seguridad de su embajada.

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