Hoy 
POR LUIS M. CÁRDENAS
En la ceremonia de graduación de 1,160 profesionales en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) ayer, la rectora Altagracia López, dijo que la pobreza y la injusticia son el cáncer que lesionan la paz y exhortó a alimentar la paz con justicia, equidad y libertad. Asimismo, el orador invitado, Juan Bolívar Díaz, dijo que la desesperanza y desesperación son las consecuencias de esas desigualdades y exclusiones en que viven los menos afortunados.
La rectora de INTEC instó a los nuevos profesionales a trabajar por la conformación de una cultura de paz y de los derechos humanos, para contrarrestar los tiempos de incertidumbres y turbulencias que agobian a los dominicanos.
«Les insto, pues, a no ceder en su ejercicio profesional en su vida ciudadana a la fuerza de la violencia, así como a no perder su capacidad de asombro ante la pobreza y la injusticia», precisó.
En el acto de investidura estuvieron presentes el vicepresidente Rafael Alburquerque, Bernardo Vega, presidente de la Junta de Regentes, Jaime David Fernández Mirabal, y Pedro Ureña, miembros de la Junta de Regentes.
En la trigésima graduación fueron investidos 475 en las carreras del área de ingeniería, 456 en el área de negocios, 120 en ciencias de la salud, 60 en humanidades, 47 en ciencias sociales, dos en ciencias básicas. De los egresados 749 pertenecen al nivel de grado y 229 a postgrados y maestrías.
El 51% de los egresados son hombres y el 49% mujeres. En los 32 años de la institución se han graduado 15,050 profesionales, se indicó, de los cuales 1,901 en el nivel tecnológico, 8,690 en el nivel de grado y 4,459 en postgrado.
INVITADO
Díaz manifestó que la República Dominicana no escapa a las alarmantes desproporciones y a la realidad de que cerca de la mitad de su población vive bajo niveles de pobreza y más del 80% de los que tienen privilegio de un empleo ganan menos que el costo de la canasta familiar.
Destacó que los niveles que está alcanzando la delincuencia en el país no son más que consecuencias de esas desigualdades y exclusiones, de la desesperanza y desesperación que se vive en las grandes concentraciones de la miseria urbana.
«No es una ola de delincuencia la que padecemos, es un crecimiento sostenido que desborda los barrios y se va apoderando de los ámbitos de las clases medias y altas», sostuvo.
Dijo que si no se combate eficientemente la pobreza, disminuyendo el dispendio y la ofensiva exhibiciones de riquezas, muchas veces mal habidas, la inseguridad será cada vez más generalizada.
Consideró que la corrupción y la impunidad que carcome el alma de la sociedad dominicana es otro de los factores que incentivan la delincuencia en todas sus expresiones y que hay que enfrentar en lo inmediato.
Expresó que la sociedad tiene que hacer una catarsis de la corrupción, sincerándola no solo en el mundo político, sino en el de aquellos que poseen las riquezas y las utilizan para corromper la política y los políticos.
Díaz exhortó a los graduandos a sustentar los valores espirituales, a la construcción de una sociedad fundamentada en la ética y los principios de los derechos sociales más justos.
Destacó que la nueva generación está convocada a afianzar los avances democráticos con las grandes transformaciones que demanda la sociedad dominicana, sustituyendo los botes individuales por grandes embarcaciones que atraquen siempre en ámbitos nacionales.
