La deuda del país, que este año se aproximará al 52.4% del producto interno bruto (PIB), crecerá en 2018 de una manera “tentadoramente peligrosa”, advirtió ayer la Escuela de Economía del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec).
En la presentación del cuarto Informe de la Economía Dominicana, Franklin Vásquez, decano del Área de Negocios, y Rafael Espinal, coordinador de la Escuela de Economía de Intec, consideraron preocupante el peso que tendrá el pago del servicio de la deuda como porcentaje del gasto gubernamental para el 2018, pues será el 42.5 por ciento, mientras en 2007 llegaba al 24.3 por ciento.
Precisaron que para el 2018 se emitirán bonos locales por RD$68,000 millones y bonos en el mercado internacional por US$1,500 millones, lo que representa un total de cerca de US$3,000 millones.
Plantearon que la política de endeudamiento del Gobierno de Danilo Medina a mediano plazo estará llevando la economía a una situación de riesgo que hará más costosa la colocación de bonos en los mercados financieros, con lo cual la refinanciación de vencimientos impactará al alza la presión tributaria.
Señalaron que este año el endeudamiento público registró un incremento de US$2,500 millones en relación con el 2016, y el déficit de este año cerrará alrededor de 2.4 por ciento del PIB, superior a la meta proyectada.
La deuda del sector público no financiero en octubre llegó a 39.4% del PIB, sin incluir los atrasos en los pagos a suplidores y generadores eléctricos.
Mostraron preocupación por la composición de la deuda externa, pues en el 2013 el 72.4% de esa deuda correspondía a acreedores oficiales (Gobiernos y organismos multilaterales), mientras la deuda con acreedores privados representaba el 27.6% del total.
A octubre pasado, la deuda con acreedores privados representaba el 64 por ciento del total de la deuda externa, principalmente por la emisión masiva y colocación de bonos soberanos, manifestaron.
Admitieron que en el cálculo de la deuda hecha por Intec no está contenida la deuda intragubernamental, pues no está debidamente registrada como atrasos en pagos a suplidores, y para el año próximo la deuda consolidada se acercaría al 54 por ciento del PIB.
Afirmaron que dos variables positivas este año han sido el control de la inflación y el mejoramiento de la cuenta corriente de la balanza de pagos, que sigue financiándose con inversión extranjera directa y cerrará en positivo.
La inflación cerrará este año cerca del 3.55%, dentro del rango de las metas estimadas en la programación del Banco Central. Otro componente de la economía con valoración positiva registrado en 2017, dijeron, ha sido el comportamiento de las actividades generadoras de divisas, como el turismo y las remesas.