POR LUIS M. CARDENAS
El Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) graduó ayer a 475 nuevos profesionales en diferentes áreas, donde el rector Miguel Escala, destacó la calidad del sistema de estudios de la universidad.
Dijo que el sistema fue diseñado para egresar a profesionales con las competencias que demanda el mercado laboral y destacó la calidad de los programas de estudios que a nivel de post titulación ofrecen en las áreas académicas.
El 53% de los graduandos de INTEC son mujeres y el 47% hombres, de los 475 egresados 200 son de las carreras del área de ingeniería, 163 a negocios, 53 a ciencias de la salud, 43 a humanidades, 13 a ciencias sociales y tres a ciencias básicas y ambientales.
De acuerdo a las estadísticas 335 egresados pertenecen al nivel de grado y 90 a postgrados y 44 a maestrías.
En la institución universitaria se graduaron con crédito educativo 22 estudiantes, mientras que 5 becados por la academia, el Banco Central, la Secretaría de Educación Superior, Central Romana y la Fundación Verizon Internacional.
El INTEC tiene 16 carreras a nivel de grado con 4,365 estudiantes, 61 programas de nivel postgrado, distribuidos en 34 especializaciones y 27 de maestría.
ORADOR INVITADO
César Cuello, orador invitado del INTEC dijo que la unificación de políticas estatales y privadas optimizaría los recursos, evitaría duplicidad y haría cada día más eficientes el impacto en el desarrollo organizacional y nacional.
Considera que el resultado del quehacer científico y tecnológico debe ponerse al servicio del desarrollo social y cultural del ser humano y la sociedad.
Lamentó que en el país no exista mucha tradición en la cooperación y vinculación entre las universidades y el sector empresarial.
Dijo que existe recelo y desconfianza por parte de las empresas en la capacidad de las universidades para satisfacer su necesidad de conocimiento científico y tecnológico.
Manifestó que es un reto para las universidades del país demostrar su capacidad de suplir esa necesidad y de jugar un rol relevante en el desarrollo científico y tecnológico, en la competitividad micro y macroeconómica del país.
Explicó que la política de ciencia y tecnología debe tener un enfoque crítico y creativo del quehacer científico y tecnológico como de sus impactos en el ser humano, la sociedad y el medio ambiente, debido a que la tecnología es un factor integrador y disociador de los sistemas sociales y culturales.
Manifestó que la tarea de crear capacidad en el campo de la innovación tecnológica no puede ser asumida sólo por las instituciones de educación superior.
Entiende que se requiere de alianzas estratégicas entre las universidades, el Estado y el sector productivo privado que permitirá el diseño e implementación de programas de capacitación e investigación científica y tecnológica que proveerán de personal calificado a las universidades y de profesionales y técnicos capacitados a los sectores público y privado.
Abogó por el fortalecimiento de las estructuras de gestión de la investigación y la innovación tecnológica de las universidades, así como de políticas y de asignación de recursos financieros.
Asimismo, dijo que la formación de una masa crítica de investigadores capaces de acometer el desarrollo de la ciencia y la tecnología con el rigor y la calidad necesaria.