Intelectuales para nombrar en su honor calles de Santo Domingo

Intelectuales para nombrar en su honor calles de Santo Domingo

Mariano Lebrón Saviñón

Otros nombres de figuras sobresalientes propuestos por el intelectual José Alcántara Almánzar para que en su honor sean designadas calles de Santo Domingo.

Mariano Lebrón Saviñón

Médico y poeta. Nació y falleció en Santo Domingo (1922-2014). Desde muy joven se dedicó a los estudios, primero de medicina, graduado en la Universidad de Santo Domingo, que después, siempre alternaba con la poesía. Nunca abandonó su profesión de médico. Lo prueba su desempeño como director del Departamento de Enfermedades Infecciosas en la Secretaría de Estado de Salud.

Sin embargo, su pasión de vida fue la poesía, que primero realizó junto al grupo de La Poesía Sorprendida, capitaneado por Franklin Mieses Burgos; luego con otros poetas de renombre, como Domingo Moreno Jimenes y el chileno Alberto Baeza Flores, compañeros en la aventura editorial de la poesía a tres voces (Triálogos), y más adelante, de manera independiente, tanto en la lírica como en el ensayo, género en el que llegó a publicar libros importantes.

Fue también catedrático en las universidades de Santo Domingo y Nacional Pedro Henríquez Ureña. En 1999 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura.

Alberto Baeza Flores

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Alberto Baeza Flores

Nació en Santiago de Chile en 1914 y murió en Miami, Estados Unidos, en 1998. Era poeta, ensayista fecundo y periodista muy activo, llegando a formar parte de varios periódicos como colaborador asiduo (La Opinión, La Nación, El Nacional). Vino muy joven a Santo Domingo y se unió al grupo de La Poesía Sorprendida.

Junto a Domingo Moreno Jimenes y Mariano Lebrón Saviñón emprendió la aventura literaria de la poesía a tres voces, llegando a publicar varios cuadernos firmados por los tres.

En la Universidad Católica Madre y Maestra colaboró con Héctor Incháustegui Cabral, que dirigía la “Colección Clásicos”, de esa casa de estudios, donde publicó su importante obra “La poesía dominicana en el siglo XX”, cuatro tomos, entre otras.

De gran sensibilidad literaria y humana, se granjeó la amistad de numerosos intelectuales y escritores. Dejó entre los dominicanos un grato recuerdo de su persona, que se mantiene vivo.

Miriam Ariza

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Miriam Ariza

Nació en 1940 en Santo Domingo, donde murió en 2017. Alumna predilecta y la más sobresaliente de los discípulos de Manuel Rueda, su maestro en el Conservatorio Nacional de Música, su mentor, su guía, su padre.

Desde pequeña se distinguió por su gran sentido musical y su disposición para el piano, que cultivó hasta convertirse en figura principal del panorama cultural dominicano.

Hizo estudios superiores en el Conservatorio de Puerto Rico y de virtuosismo en el Conservatorio Real de Madrid. Casó con el actor español José Véliz, con quien procreó cuatro hijos: Juan José, Miriam, Mary Carmen y Raquel. De manos diminutas que volaban como palomas en el teclado, tocaba con aplomo. Sin espectacularidades, dueña de una seguridad absoluta que la hizo merecer el respeto de su maestro y los aplausos del público.

Pero cada recital era para ella un martirio debido a su afán de perfección y aguda conciencia del instrumento. Tocó con éxito conciertos de Mozart, Beethoven, Chopin, Schumann y Tchaikovsky, dando pruebas de dominio inigualable.

Casada en segundas nupcias con el maestro Jacinto Gimbernard, formaron una pareja brillante y cuando él fue embajador en Francia, presentaron el “Recital de música dominicana en París” 1978, con el tenor Arístides Incháustegui.

Manuel Salvador Gautier

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Manuel Salvador Gautier

Nació en Santo Domingo en 1930 y siendo muy joven comenzó sus estudios en la Universidad de Santo Domingo donde se graduó de arquitecto. En la Universitá Degli Studi, de Roma, Italia, obtuvo un doctorado en arquitectura. Además, cursó estudios en la Escuela de Arte y Ciencia de la Universidad de Cornell, New York.

A su regreso al país se dedicó a la enseñanza y al ejercicio de su profesión como arquitecto y urbanista, convirtiéndose en figura central del planeamiento y la reordenación urbana de la capital, y en experto consultor en la restauración de monumentos coloniales.

En 1993 inició su carrera literaria con la publicación de “Tiempo para héroes” (Premio Anual de Novela), voluminosa tetralogía sobre la Era de Trujillo.

Con regularidad y constancia siguió escribiendo y publicando una serie de novelas, algunas galardonadas, como “Toda la vida”, “Balance de tres”, “Dimensionando a Dios”, novela sobre el viaje del Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, a Barcelona, entre 1829 y 1831.

En 2018 recibió el Premio Nacional de Literatura. Falleció en febrero de 2021.

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