PORTO ALEGRE, Brasil (AP).- Intelectuales y escritores llamaron el sábado a un auditorio cautivo de jóvenes activistas asistentes al Foro Social Mundial a seguir luchando por lograr un mundo de justicia social, sin importar que les llamen locos o que les califiquen de utópicos.

El llamado fue hecho por un panel integrado por los escritores José Saramago de Portugal y Eduardo Galeano de Uruguay, por el director de la publicación Le Monde Diplomatique, el francés Ignacio Ramonet; y el ex director de la UNESCO, el español Federico Mayor. Los intelectuales participaron en una conferencia sobre los 400 años del libro Don Quijote de la Mancha, de don Miguel de Cervantes, y su relación con la visión de un mundo diferente.

También asistió Luiz Dulci, ministro de la secretaria general de la presidencia de Brasil.

El grupo, ante unos 5.000 jóvenes reunidos por casi tres horas en un estadio de la ciudad, dijo que así como Don Quijote fue visto como un loco, por intentar modificar su realidad en el mundo, el Foro Social era también visto como la reunión de «batallones de locos»», pero lo que importaba era avanzar con medidas concretas para acabar con problemas como millones de personas muriendo de hambre, sin acceso a agua potable o sin servicios de salud y educación.

«Para los millones que viven en la pobreza la palabra utopía significa rigurosamente nada… tampoco significará cuando tengan sus necesidades satisfechas»», dijo Saramago. «En el fondo (utopía) significa que yo, que necesito algunas pocas cosas, no las tengo»», agregó el escritor. «Lo que transformó al mundo no fue la utopía, fue la necesidad»», indicó en medio de una atronadora salva de aplausos.

A su turno, Ramonet dijo que bastan medidas simples, pero urgentes, para modificar injusticias como que «un tercio de la población del mundo vive con menos de un dólar y una vaca europea vive con cuatro dólares de subvención, vale más la pena ser una vaca europea que un ser humano. Eso es un escándalo»».

Entre las medidas propuestas por Ramonet están crear un impuesto mundial contra el hambre y la pobreza, que paguen los países ricos, suprimir el pago de deuda externa de los países pobres y que los que posean megafortunas paguen también «un impuesto a la solidaridad»».

«El objetivo del Foro Mundial Social no es una vez por año, como en unos Juegos Olímpicos, criticar la globalización. Lo que queremos en cambiar al mundo y por eso hay aquí batallones de quijotes y quijotas… porque vemos la realidad de una mayoría pobre gobernada por una minoría rica, debería ser al revés y por eso protestamos»», dijo Ramonet.

Y a lo largo de las ultimas décadas debido a esas protestas «ya ha cambiado la agenda de los ricos…la voz de los menesterosos ha llegado a los oídos de los barrios mas prósperos»» para incluir temas como cuidados al medio ambiente, responsabilidad de las grandes empresas ante la sociedad, entre otros, dijo Federico Mayor.

«Es de la propia naturaleza de la utopía no ser ciento por ciento realizable porque sino sería el reino de Dios en la tierra»», aseguró Dulci, representante del gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva. «La utopía no es un programa de aplicación mecánica, de manera inmediata…se hace a través de la participación de la ciudadanía»».