A: Dr. José Alejandro Aybar M.
Canciller Universidad del Caribe
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La sociedad contemporánea se encuentra en uno de los momentos de mayor expectación desde el inicio de los avances que la tecnología presentó a partir de la primera mitad del siglo XX, impactando en todos los sectores, incluyendo, de modo particular, el educativo.
No cabe duda, a las naciones emergentes la tecnología, con la Inteligencia Artificial a la cabeza, le presenta uno de los desafíos de mayor envergadura dadas las implicaciones que trae consigo en un escenario donde se manifiesta importante desigualdad con relación al uso y entendimiento de la tecnología para llevarla a la práctica, hablamos entonces de la denominada brecha digital, condición que impacta de modo determinante en el proceso educativo del siglo XXI.
“Persiste una brecha digital multidimensional entre países, negocios e individuos, lo que está agravando la brecha de desarrollo. Los hospitales, las escuelas, los gobiernos y las empresas no pueden funcionar eficazmente y eficientemente sin herramientas digitales” (Avances y tendencias digitales 2023.
Entender el impacto negativo que implica esta deficiencia al modelo educativo formal superior de las sociedades emergentes, es básico. Por su parte, el sector educativo docente, esencial en el proceso actual que vive la humanidad con la IA, completa el escenario dificultoso presente en las naciones con mayores rezagos tecnológicos, las emergentes, no cuenta, en proporción importante, con los conocimientos técnicos ni la capacitación adecuada para integrar la IA al método de enseñanza, dificultad que aumenta, en algunos docentes, al experimentar resistencia al cambio debido a su enfoque pedagógico tradicional.
La brecha digital debe ser contrarrestada con la contratación de nuevos talentos, unida a la capacitación integral continua de estudiantes y docentes, garantizando el entendimiento y manejo de herramientas que las nuevas tecnologías implican.
El personal experto en IA es conocido por su alto costo, especialmente, en los países desarrollados, en consecuencia, una opción más viable, en términos de costos, podría ser la contratación de profesionales o técnicos provenientes de países como la India, donde el costo de la mano de obra especializada es más accesible y mantiene la calidad de una instrucción a la altura de los mejores estándares tecnológicos.
Desde una perspectiva administrativa, la gestión educativa superior moderna requiere no solo infraestructuras tecnológicas avanzadas, sino, de modo muy importante, personal capacitado para gestionar, analizar e interpretar los procesos generados por las herramientas de IA.
Las instituciones educativas responsables de garantizar la formación superior en las naciones emergentes pueden y deben superar este desafío garante del proceso de transformación en que se encuentra la sociedad actual, de modo muy particular, el proceso de enseñanza-aprendizaje. Será crucial, sin embargo, se debe garantizar la interacción humana, la cual sigue siendo fundamental para el desarrollo de habilidades sociales y emocionales de los estudiantes, juntas a la tecnología.
Próxima entrega: “Sostenibilidad y regulación en una integración adecuada de la IA a la educación superior”.