Aplicar inteligencia artificial a los resultados de un electrocardiograma puede ayudar a detectar de manera anticipada la disfunción ventricular izquierda asintomática, dolencia precursora del fallo coronario, informó ayer la Clínica Mayo de Estados Unidos.
Según un estudio realizado por investigadores del centro médico de Rochester (Minesota) y publicado ahora en Nature Medicine, este “simple y barato indicador” tiene una fiabilidad similar a la de pruebas de diagnóstico como las mamografías y la citología cervical.
Los investigadores plantearon la hipótesis de que la disfunción ventricular izquierda asintomática podría detectarse en un electrocardiograma por una “red neuronal debidamente entrenada”.
La disfunción ventricular izquierda asintomática, tratable cuando se identifica, afecta a siete millones de estadounidenses y supone un gasto médico de 30 000 millones de dólares solo en los Estados Unidos.
Sin embargo, señala la Clínica Mayo en un comunicado, no había una herramienta de detección no invasiva y económica.
La nueva técnica de procesar la grabación de diez segundos de electrocardiograma con inteligencia artificial para extraer nueva información sobre enfermedades cardíacas previamente ocultas es “una gran promesa para salvar vidas y mejorar la salud”, señaló Paul Friedman, responsable del estudio.
Además, “esta técnica permite pronosticar el riesgo de enfermedad futura en pacientes sin disfunción ventricular”, destacó Friedman.