POR MIRFAK ROWLAND
En nuestras cabezas conviven dos mundos, uno compuesto por personas muy realistas, que transitan por la vida siempre con los pies bien puestos sobre la tierra y que actúan de acuerdo a lo que se debe hacer y no a lo que se siente. El otro, con menos habitantes, pero los pocos que se encuentran allí son soñadores   empedernidos, expresivos y emotivos, que creen que todo es posible y que la vida es una fiesta.

En el primer mundo, las personas actúan guiadas por el hemisferio izquierdo del cerebro, ese lado de la mente humana que se caracteriza por ser racional y realista. En el segundo, viven los guiados por el hemisferio derecho, y por ser ésta la parte del cerebro que desarrolla las emociones y los sentimientos, los pobladores viven y actúan de acuerdo a lo que sienten, pero siempre sin aterrizar en la realidad.

Si ambos mundos se unen y sus habitantes comparten actitudes, pensamientos y sentimientos, se constituiría un mundo casi perfecto, en el que se complementarían unos con  otros hasta fusionarse y equilibrar sus ideas y emociones.

La Inteligencia Emocional pretende alcanzar este propósito, y se concibe como  el desarrollo de las habilidades alojadas en el lado derecho del cerebro (considerado el hemisferio emocional), además de que busca lograr que las personas enfoquen este lado y lo canalicen con su lado izquierdo (hemisferio racional), ya que se ha demostrado científicamente que la mayoría de los seres humanos utilizan más el hemisferio izquierdo que el derecho.

Según Nora Beltrán Romero, quien se desempeña como consultora y capacitadora en temas de superaprendizaje y programación neurolinguística del Centro Gerencial Meta, la Inteligencia Emocional es también conocida como “las habilidades que vale la pena desarrollar y que están vigentes en el hemisferio derecho de nuestro cerebro”.

“Cuando una persona tiene un recuerdo de amor, inmediatamente en su mente se genera una cascada hormonal que hace que los comportamientos sean diferentes a cuando se genera un sentimiento de odio, desamor o desesperanza. Todo esto funciona en el lado derecho de nuestro cerebro porque allí están presentes los sueños, las emociones, la creatividad”, indicó.

La experta expresó que en la mente humana se genera una intercomunicación entre un conjunto de fibras nerviosas llamadas “cuerpo calloso”; éste es el que se encuentra entre los dos hemisferios y que hace la división entre los mismos.

“La idea es que nosotros juntemos los dos hemisferios y que saquemos el máximo  provecho de ellos, y si logramos, mediante ejercicios y técnicas, desarrollar ambos al mismo nivel, lograríamos armonía mental y emocional”.

Indicó que la Inteligencia Emocional hace que los seres humanos sean más cálidos y expresivos, por lo que su desarrollo es de gran importancia. “En el hemisferio derecho se desarrolla la creatividad, las ideas, la intuición y los sueños.

Al soñar, los seres humanos generamos una gran cantidad de acetilcolina, dopaminas y neurotransmisores que nos hacen estar agradados y felices, de igual manera cuando accesamos a sentimientos o a emociones que no son constructivas como el odio, el temor o el resentimiento también se generan hormonas que nos van destrozando emocionalmente”, agregó Beltrán Romero.

Armonía mental y espiritual

Pese a que el uso de las manos al hacer las tareas cotidianas no tiene necesariamente que responder al uso de los hemisferios del cerebro, se ha comprobado que el hemisferio derecho controla los movimientos del lado izquierdo del cuerpo, mientras que el hemisferio izquierdo controla los movimientos del lado derecho del cuerpo.

Por tal razón, algunas personas consideradas zurdas piensan más con el lado derecho del cerebro, y algunos diestros piensan con el lado izquierdo, aunque la especialista expresó que esto no es una regla.

“Existe una diferencia entre el hecho de  ser  zurdo (escribir o usar con más frecuencia la mano izquierda que la derecha) a que manejes una predominancia cerebral derecha. Puede ser que seas zurdo al escribir, sin embargo, puede ser que al hacerte una prueba se determine que utilizas más el hemisferio izquierdo”, agregó.

Pese a esto,  Beltrán Romero destacó que  los zurdos poseen habilidades especiales debido a que por haberse creado la mayoría de los objetos para uso de los diestros, los zurdos han tenido que desarrollar habilidades para el manejo de estos instrumentos y artefactos. Por esta razón se ha comprobado la agilidad mental de los zurdos, que muchas veces es mayor a la de los diestros.

Hemisferio izquierdo vs hemisferio derecho

Según Nora Beltrán Romero, las personas que utilizan el hemisferio izquierdo más que el derecho son personas reflexivas, analíticas, racionales, lineales y secuenciales, mientras que las que manejan más el hemisferio derecho que el izquierdo utilizan con mayor destreza la intuición, la visión y las emociones, además de que poseen un pensamiento más amplio y holístico.

 “El hemisferio derecho ve a color, mientras que el izquierdo ve en blanco y negro, por esto se dan estas condiciones en cada tipo de persona”, indicó.

En cuanto a las deficiencias o defectos, explicó que los que utilizan el lado izquierdo  son muy soñadores, idealistas, no tienen los pies sobre la tierra, y los que utilizan el lado contrario son muy realistas, fríos y poco expresivos, y no se permiten tener sueños, además de que se arriesgan sólo cuando saben que van a ganar.

“Si se logra conjugar ambos modos de pensamiento se lograría un equilibrio fantástico que ocasionaría una mejoría en el mundo, porque lo emocional y lo racional irían de la mano”, puntualizó.

DE INTERÉS
Los hemisferios y las carreras universitarias

Hemisferio derecho: Por ser personas emotivas, creativas y soñadoras, se inclinan hacia carreras que se identifiquen con lo que buscan realizar como: el Periodismo, Educación, Publicidad, Medicina, entre otras.

Hemisferio izquierdo: Por sus gran poder de análisis  y su condición metódica y lineal, suelen inclinarse por la Ingeniería Industrial, la Física, las Matemáticas y las Finanzas.