Hoy 
Londres, (AP).- La policía se movilizó en gran número hoy para custodiar la reunión cumbre de las potencias financieras del G-20 mientras grupos reducidos de manifestantes protestaban por la pobreza y el cambio climático.
Los estallidos de violencia durante protestas masivas el día anterior en el distrito financiero de la capital condujeron a 86 arrestos, y un hombre se desplomó y cayó muerto.
En el Centro ExCel en la zona de los muelles, donde los líderes del grupo conversaron el jueves sobre la economía global, la policía emplazó barreras y puestos de control en torno del perímetro de seguridad sin dejar pasar a nadie sin acreditación en un radio de 800 metros (media milla). Lanchas patrulleras recorrían el río Támesis.
El miércoles, unos 4.000 anarquistas, anticapitalistas, ambientalistas y otros se congregaron en el área cerca del Banco de Inglaterra en protestas mayormente pacíficas. Pero sólo se veía a unos pocos centenares de manifestantes el jueves para el comienzo de la cumbre.
Frente al recinto de la reunión, docenas de personas desplegaron carteles que decían «Impidan que Etiopía se muera de hambre». Otros manifestantes se sentaron a jugar con un enorme juego de Monopolio cerca de la bolsa de valores.
«La cuestión, por supuesto, es quién tiene el monopolio. Es bien evidente que el G-20 es la elite financiera mundial», dijo Clare Smith, una manifestante. «Mientras tanto los pobres se empobrecen más».
La coalición Stop the War (Detengan la Guerra) también se hizo presente frente al recinto junto al Támesis.
«Estoy aquí porque parte de los problemas económicos del mundo podrían aliviarse si, en vez de gastar miles de millones de dólares en armas, los usáramos para ayudar a los pobres», afirmó Hazel Barkham, capellana de un hospital.
Un centenar de personas realizó una manifestación en el distrito financiero, donde el francés Alain Robert escaló el rascacielos de Lloyd’s mientras los oficinistas le tomaban fotos. Robert, conocido como el hombre araña francés, ha escalado docenas de rascacielos en el mundo sin sogas ni arneses como parte de una campaña para llamar la atención sobre el calentamiento global.
