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Las autoridades dominicanas intensificaron en las últimas horas las evacuaciones preventivas de zonas inundables ante el riesgo de crecida de los ríos más caudalosos del país tras el paso del huracán «Gustav», ahora convertido en tormenta tropical.
«Ayer y hoy continuamos con las evacuaciones preventivas, porque al tercer y cuarto día del paso de un huracán es cuando pueden crecer los ríos grandes, como el Ozama, el Isabela y el Yuna», declaró el director de la Defensa Civil, Luis Luna Paulino.
Mientras, la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) pronosticó en su boletín de las 06:00 hora local (10.00 GMT) «aguaceros dispersos, tormentas eléctricas y en ocasiones ráfagas de vientos» en gran parte del país «por los remanentes nubosos de ‘Gustav'».
Durante la pasada noche la tormenta tropical giró hacia el suroeste, hacia Jamaica, y se alejó de Cuba, pero este país se mantiene en alerta porque hay riesgo de que regrese.
La Onamet no considera peligrosa para República Dominicana la depresión tropical, pero mantiene un aviso contra inundaciones, crecidas repentinas y deslizamientos de tierra para las regiones noreste (en especial el Bajo Yuna), sureste, suroeste, centro del país (Valle Oriental y Central del Cibao) y la zona fronteriza con Haití.
El general Luna Paulino explicó que se trabaja en la ubicación de miles de personas que habitan «en las zonas más vulnerables, en casitas muy pobres en las orillas del río Ozama e Isabela», cuyos cauces atraviesan la capital, Santo Domingo.
Los habitantes de estas zonas están siendo trasladados a casas de amigos y familiares, así como a refugios.
La Defensa Civil vigila de cerca la zona del Bajo Yuna (noreste), ya que el caudal del río Yuna, que atraviesa esta área, ha subido de nivel en las últimas horas.
Además, sus efectivos trabajan también en la zona de Chirino, provincia de Monte Plata, al norte de Santo Domingo, donde varios cientos de personas han sido desalojadas de una zona inundable por la que discurren varios ríos.
La República Dominicana vivió ayer una jornada trágica, al morir por causa de un deslizamiento de rocas ocho personas, seis de ellas niños, que habitaban en el barrio de Guachupita de la capital dominicana, en una zona cuyo desalojo había sido reclamado de forma insistente a las autoridades.
Luna Paulino indicó que las evacuaciones que se efectúan no guardan relación con el suceso de ayer y precisó que su departamento trabaja en desalojos preventivos debido a la emergencia.
Para un caso como el de Guachupita, dijo, existe un programa de mejora de viviendas del ayuntamiento del Distrito Nacional (centro de Santo Domingo).
«Nosotros llevamos más de tres años pidiendo la reubicación de estas personas y existe también un plan del Gobierno para ello», agregó.
Diecinueve de las 32 provincias dominicanas continúan en situación de alerta roja tras el paso del huracán, mientras que nueve están en alerta amarilla y las cuatro restantes en alerta verde.
Según el último informe del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), facilitado ayer, a causa del huracán «Gustav» 5.900 personas han sido desplazadas a refugios y viviendas de familiares y amigos, 72 comunidades permanecen incomunicadas y 1.180 viviendas han resultado afectadas.
