POR MARIO MENDEZ
La concertación de un préstamo con el Banco Mundial o el Tesoro llegó a ser considerada como la solución al problema de los certificados del Banco Central. Esta posibilidad fue planteada al final del gobierno pasado, pero en el caso del Banco Mundial, la respuesta fue negativa, y en lo que respecta al Tesoro, el plan no se le llegó a presentar formalmente.

No se tiene informaciones sobre si el nuevo gobierno ha considerado estas opciones.

Según se explicó, la actitud del Banco Mundial pudo ser diferente si la propuesta la hubiera formulado el nuevo gobierno.

La propuesta que se le hizo al Banco Mundial contemplaba la firma con ese organismo internacional de un programa estructural, para capitalizar al Banco Central.

Se planteaba que el préstamo fuera pagado por el gobierno, a largo plazo, con recursos impositivos.

El mecanismo que se proponía era el de que el Banco Central recibiera los dólares y los cambiara por certificados, a través de un programa gradual.

Simultáneamente se venderían activos con el mismo propósito.

En el caso del Tesoro de los Estados Unidos, el gobierno llegó a elaborar una carta que firmaron los entonces secretario de Finanzas y gobernador del Banco Central, Rafael Calderón y José Lois Malkún, respectivamente, pero al final se decidió no hacer entrega de la misma.

La carta no había sido firmada por el entonces secretario técnico de la Presidencia, licenciado Carlos Despradel, quien puso en duda que el Tesoro acogiera la solicitud, y dijo que él no iba a ser el ridículo.

En el momento en que se pensó en una solución del problema de los certificados del Banco Central, el costo era más bajo, ya que en ese entonces, como el tipo de cambio estaba por encima de los 50 pesos por dólar, el valor de los certificados se había reducido a unos 2,000 millones de dólares.

En los actuales momentos una solución de ese tipo resultaría mucho más cara, ya que el valor de los certificados ha subido a unos 4,482 millones de dólares.

La dificultad que tiene la solución del problema de la deuda asumida por el Banco Central a través de los certificados es que no se debe resolver con pesos porque causaría inflación, que no sería el caso si se resuelve a través de un préstamo en dólares, que evitaría ese problema. siempre que haya disciplina fiscal.

De no producirse un sustancial desmonte del valor de los certificados, la deuda seguiría crecimiento porque la tasa de interés que pagan esos valores es más alta que la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto a precios corrientes.