En los últimos días agricultores han intentado ocupar áreas del Parque Nacional Valle Nuevo desmontando cientos de tareas en zonas Montellano y Río Grande.
Los agricultores derribaron decenas de árboles pequeños que venían creciendo luego de los desalojos que se hicieran para recuperar el parque hace casi tres años, durante la gestión de Francisco Domínguez Brito en el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Según denunciantes que prefirieron el anonimato, en Montellano se habría deforestado una área de 300 tareas y en Río Grande alrededor de 200.
Se realizó preparación de suelos usando herbicida que luego envenenaron a varios chivos y ovejos.
Uno de los puntos intervenidos próximo al Río Grande, el cual había recuperado parte de su caudal luego de que se desalojaran los agricultores.
De acuerdo a la información los invasores han aprovechado el cambio de gobierno para tumbar árboles además hacer pozos tubulares y reservorios.
La población de Constanza estaba usando ese balnerario que durante años permaneció casi seco por el secuestro del agua en las partes altas.
De permitirse nueva vez la agricultura que no habrá agua en las zonas bajas, además llegarán los residuos de pesticidas y combustibles usados para las bombas impulsar el líquido en los sembradíos.
Los agricultores que ocupaban el parque no respetaban los 30 metros de riberas, además que sembraban en laderas, lo que provoca erosión de los suelos de las montañas y sedimenta los cuerpos de agua.
Los guardaparques intervinieron en las zonas afectadas logrando así retirar a los agricultores aunque no apresaron a nadie.
Hasta ayer, explicaron, todo estaba en orden.
Justicia. Se recuerda que el caso de Valle Nuevo fue a la justicia y que se ordenó el cese de la agricultura en esa área protegida, conocida como «Madre de las Aguas» por ser una gran productora del preciado líquido.
Muchos de los desalojados de Valle Nuevo se trasladaron al Parque Nacional José del Carmen Ramírez donde también han hecho daños incalculables, afectando diversas s fuentes que alimentan los ríos Yaque del Norte y Yaque del Sur.
Para reubicar a los agricultores desalojados se planteó un proyecto de invernaderos fuera del área protegida. No se ejecutó.
Tanto el Gobierno como los agricultores se culpan mutuamente del fracaso, alegando boicot de los productores y estos señalando que las autoridades no tenían interés y no dieron fondos.