Interacción humana

Interacción humana

La Psicología posee áreas de responsabilidades encargadas de enfocar aspectos que aunque representen una buena parte de nuestro comportamiento se encuentran enmarcados en líneas específicas de una determinada conducta.

Preciso es señalar que existen diferencias abismales a los seres vivos, puesto que hablamos de un verdadero universo, en tal sentido, hemos de establecer diferencias entre aquellas conductas realizadas u dirigidas hacia la única y firme finalidad de pervivencia, y aquellas realizadas, dirigidas y ejecutadas con fines propositivos.

El concepto de «Comportamiento», encierra una derivación de la conducta como forma característica de ser, siendo por tanto un concepto de aplicación al conjunto de seres que se comportan.

Implica el comportamiento el seguir una línea fundamental que le ha sido entregada a los miembros de una determinada especie, y que en tal sentido nada tienen que hacer para producir el comportamiento que les hace característico de pertenecer a una familia o especie dada.

Ahora bien, cuando hablamos de «conducta», estamos frente a las acciones del comportamiento que están siendo dirigidas, encaminadas hacia fines concretos, con deseos de producir otros efectos que adornan la conducta.

Al decir «Conducta», incluimos otros elementos que le van a dar brillo al acto, pues además del deseo, hemos de perseguir un propósito con carácter individual, el cual no es nunca inherente a la especie, puesto que incluye una verdadera intención de carácter particular.

Las reflexiones señaladas más arriba, han de servir de foco para poder asumir en encabezado de este trabajo, porque de otra manera no podríamos concederla a la Psicología Social la responsabilidad de ofrecernos sus claros criterios sobre el concepto de Interacción.

Este concepto ha sido «adoptado» por los seres humanos, ya que de otra forma o manera no se pudiera evidenciar la riqueza de contenido que posee. Y es por razón inmediata que la Psicología ha entregado a una de sus coyunturas clarificadoras, el «manejo», para que nos sirva toda la información sobre este concepto con todos sus aspectos psicológicos a tomar en cuenta.

Hemos de considerar que las conductas que son desviadas de los «formatos», y que consideramos incorretas tales como: Prostitución, robos, suicidios, homicidios, etc., son consecuencias de instancias normales que han adoptado dichas normas como buenas. Desde esa óptica el investigador llega al diagnóstico de las causas de una conducta individual determinada.

La razón por la cual interesan los aspectos prejuiciales que tocan los puntos de influencia en la conducta social, está fundamentada en la forma en cómo los mecanismos que se interrelacionan con dichas actitudes.

La interacción social es un concepto que surge acerca de la naturaleza de la conducta social. La Psicología ofrece su criterio al considerar el comportamiento social, como el resultado de los motivos e influencia de los individuos.

Al parecer no todas las ciencias de estudios de las formas de actuar de los sujetos piensan igual, puesto que la Sociología nos dice: «la conducta social de todos los sujetos está regulada por las instituciones y grupos sociales establecidos».

El concepto de interacción social nos plantea una relación recíproca y dinámica dentro del marco influencial de dos o más individuos; por lo que se desprende, que los individuos van a modificar de manera progresiva, por lo que al mismo tiempo debe incluirse un aspecto dinámico, con lo que puede reducirse y producirse reacciones y espectativas.

El fenómeno que hemos señalado más arriba, nos sirve descriptivamente para explicar la Retroalimentación, la cual sólo se produce directamente entre los individuos.

Por el camino de los aspectos interaccionales, llegamos al punto que nos coloca en el camino del proceso de socialización, el cual tratará de modificar la conducta de las personas para conformarla de acuerdo a lo que los miembros del grupo esperan de aquellas personas que pertenecen a dicho grupo.

Es a través de esa óptica como se da inicio al proceso de inclusión del niño, de tal forma, que gradualmente se involucra con las maneras de ser de los adultos que le rodean. En esa forma también, las formas de conductas que adopta el adulto, se asocian con lo que se espera en un grupo, una organización o una sociedad en general.

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