El director del Departamento de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe, Ede Jorge Ijjász Vásquez, destacó que en los últimos 10 años la correlación entre las economías de América Latina y China ha crecido considerablemente al punto de que Brasil y Chile fueron el principal socio comercial de ese país asiático, por encima de los Estados Unidos.
Ijjász cree que en esto ha influenciado el proceso de urbanización de China, donde cada año emigran desde los campos hacia las ciudades entre 13 y 15 millones de chinos, lo que trae como consecuencia la construcción de más carreteras, cuya materia prima proviene de América Latina, principalmente.
También que al emigrar a las ciudades, los chinos cambian su dieta y comen menos arroz y más carne, por lo que la industria cárnica requiere de más insumos como la soya que se produce en Brasil y Argentina. Dijo, además, que han aumentado más las inversiones chinas en la industria agrícola en América Latina.
Sin embargo, indicó que uno de los riesgos de este crecimiento es la expansión de frontera agrícola en América Latina de forma que afecta la cobertura boscosa en la región.
Otro riesgo lo constituyen los graves impactos en los ríos de los químicos usados en la agricultura y el aumento de las emisiones de gas de carbono que influyen en el clima. Con relación a esto último, Ijjász recordó que la mayor parte de las emisiones en la región, (que aporta un 12% a nivel global), mayormente se dan por la deforestación y la producción agrícola.
Las claves
1. Agricultura extensiva
Ijjász criticó la agricultura extensiva que existe en la región porque es muy ineficiente, ya que aumenta la frontera agrícola.
2. Aprovechamiento
Destacó los potenciales de aprovechamiento de bosques con planes de manejo forestal. También los pagos por servicios ambientales que compensan poblaciones por conservar zonas productoras de agua y de gran biodiversidad.