Juan Hubieres y cientos de afiliados a la Federación Nacional de Transporte La Nueva Opción (Fenatrano) se vieron ayer obligados a retirarse del kilómetro siete y medio de la carretera Sánchez. Un contingente policial los cercó en un tramo del sector Larimar, de donde intentaban iniciar una caravana hacia la Oficina para el Reordenamiento de Transporte (Opret).

El vía crucis era en demanda de la rebaja de los precios de los combustibles y la participación de sus rutas en los corredores que alimentarán el Metro de Santo Domingo.

Los efectivos policiales mantuvieron a los conductores acorralados por más de dos horas, de 9:00 a 11:15 de la mañana, tiempo que duró suspendido el tránsito de vehículos en un perímetro de más de un kilómetro de distancia.

Hubieres reclamó el derecho a salir del área, el  que le fue delimitado con vehículos de la Policía y agentes de fuerzas especiales (cascos negros). Argumentó que notificó la marcha a la Secretaría de Interior y Policía el pasado 24 de este mes, bajo los mismos criterios que la primera marcha efectuada el miércoles de la pasada semana, en la avenida Charles de Gaulle.

El dirigente advirtió que no se detendrán en su lucha para que el gobierno acepte un acuerdo con los operadores del Gran Santo Domingo, miembros de FENATRANO.

Planteamiento policial

El general José Polanco Gómez, comandante de la patrulla integrada por 100 hombres y mujeres,  vestidos de negro, manifestó que una misiva del secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda Rancier, dio a conocer que a Hubieres y su grupo se le prohibía el vía crucis, debido a que obstruía el tránsito. El oficial y abogado elaboró una tesis para explicar a los periodistas la razón por que los transportistas estaban rodeados  en el lugar.

“No tienen permiso”, empezó diciendo el general, tras indicar que aunque el artículo Ocho de la Constitución, que consagra los derechos fundamentales de la persona, faculta a los choferes a marchar, el artículo 48 de la Carta Sustantiva establece la no alteración del orden público. Pero Hubieres se mantenía en pie junto a cientos de choferes que lo cercaban en señal de protección. A ritmo de los merengues de calle y de tambores, los choferes vociferaban consignas. Un de ellas decía: “No es limosna que estamos pidiendo, son nuestros derechos que estamos exigiendo”.

Hora final

A las 11:00 de la mañana se exacerbaron los ánimos. Los choferes avanzaron en masa y el general ordenó a sus subalternos la clave de mantenerse en “KAP”. Quince minutos después, Hubieres anunció que se retiraban. Eso significaba el cese de su lucha.

Hubieres propone rebaja en general

El presidente de FENATRANO esbozó el matiz que tiene su protesta en las calles, en procura también de que sean disminuidos los precios de los productos y los servicios, en razón de la rebaja del precio de los combustibles y la caída del valor del petróleo en el mercado internacional. Dijo que se impone un abaratamiento de los alimentos, no sólo de los de primera necesidad, sino de todos los artículos. Manifestó que, por igual, los industriales están en la obligación de bajar los medicamentos, los bienes y los artículos importados para la producción nacional. Asimismo, señaló que es momento para que los patronos y el gobierno decidan aumentar el salario de los trabajadores.