Intermediarios agrícolas

Intermediarios agrícolas

En nuestro último artículo sobre la producción agrícola y la necesidad de poner a producir las tierras baldías, nos faltó comentar sobre los intermediarios, que son aquellos negociantes que forman una cadena de compradores que, por ser tan amplia y variada, lesiona severamente los bolsillos de los consumidores.

Los agricultores   se quejan de que casi siempre por falta de financiamiento oportuno de parte de los sectores público y privado, se ven en la necesidad de aceptar la oferta de los intermediarios, que nunca les pagan el precio justo por sus frutos.

Otros van más lejos, pues se aprovechan de la miseria de los campesinos para comprar su producción “a la flor”, es decir, antes de  que se haya producido la cosecha. En estos casos, la iniquidad es mayor, todo porque hasta ahora los mecanismos existentes para financiar a los productores han resultado ser infuncionales.

Se dirá que la intermediación financiera siempre es necesaria, pero tampoco llena las expectativas porque muchos productores carecen de títulos y por tal motivo no son sujetos de crédito.

Es por esa razón que hemos planteado la necesidad de que si se detectan todas las tierras baldías y hay un esfuerzo serio para ponerlas a producir, lo primero que debería hacerse es crear una especie de Corporación Agrícola de la cual los productores forman parte, incluso en sus directivas, para tramitar su reconocimiento legal y poder tener acceso a las fuentes de financiamiento.

Como se sabe, hasta ahora muchas de esas fuentes, sobre todo las estatales,  están dirigidas con criterio político partidario, lo que desnaturaliza sus verdaderas funciones y objetivos.

Con un financiamiento adecuado, cada Corporación de Productores  podría, entre otras cosas, adquirir sus propios medios de transporte, para evitar de ese modo la acción de los intermediarios. Con esto se lograría una mayor reducción en los costos, para que los productos lleguen a los consumidores a precios más asequibles que los que rigen hasta ahora.

No es justo que cada consumidor pague hasta un cincuenta por ciento más, en el mejor de los casos, todo por los intermediarios, que siempre ganan más que los productores. Las Corporaciones Agrícolas compuestas por los campesinos serían un canal válido para que, en los casos en que sea posible, los cosecheros establezcan plantas procesadoras para sus productos. Los pequeños ensayos que se han hecho hasta ahora demuestran que ese procesamiento de algunos productos agrícolas ha sido extraordinariamente exitoso.

Es mucho lo que podría sugerirse sobre aspectos de la agricultura para que los campesinos se beneficien mejor y para que sus productos lleguen a precios razonables a los consumidores, pero esto sería tema para futuros comentarios.

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