POR PEDRO GERMOSEN
No hubo, al parecer, vencidos ni vencedores con la interpelación ayer del Senado al secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Max Puig, quien dijo que fue malinterpretado porque al denunciar que la ley sectorial de Áreas Protegidas iba a ser reformada, nunca cuestionó la honra de los legisladores y, por su lado, el senador Rubén Darío Cruz Ubiera terminó tendiéndole un ramo de olivo.
Cruz Ubiera (PLD-Hato Mayor), quien preside la comisión senatorial de Medio Ambiente, manifestó que asumirá la responsabilidad de modificar la legislación y exhortó a todos los sectores interesados a participar en el proceso.
En su exposición inicial, de 40 minutos, Puig propuso al Congreso Nacional que juntos nos aboquemos a tener áreas protegidas más protegidas en el menor plazo posible.
Al hacerlo, les reitero a todos y cada uno de ustedes que en el debate que se ha producido no he querido poner en entredicho la integridad personal de ninguno de ustedes y de manera particular la del senador Rubén Cruz, dijo el funcionario.
Expresó que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales pondrá todo cuanto esté a su alcance para que este proceso sea ampliamente democrático y participativo.
En una intervención, el senador perredeísta Jesús Vásquez Martínez, quien fuera presidente cuando la ley sectorial de Áreas Protegidas, número 202-04, fue aprobada, dijo que esa legislación se hizo con todo el consenso posible, independientemente de los errores técnicos de que la pieza pueda adolecer.
Durante el proceso, que se prolongó desde las 3:45 a las 6:30 de la tarde, centenares de personas colmaron los alrededores de la sede del Congreso, enarbolando pancartas y lanzando consignas en favor de las áreas protegidas.
Cuando se marchaba del palacio congresional, luego de saludar y conversar animadamente con Cruz Ubiera y otros senadores, Puig fue ovacionado por la multitud, que era contenida por un amplio operativo de seguridad que fue dispuesto en el lugar.