Cancún (México) (EFE).- La 73 Asamblea General de Interpol aprobó hoy una serie de medidas para ayudar a las organizaciones internacionales a evitar ser víctimas de atentados terroristas. «Queremos asegurarnos que las organizaciones internacionales, que son con frecuencia un objetivo de atentados terroristas, son capaces de consultar Interpol para ver si hay personas que se acercan a ella con pasaportes robados o alterados», señaló en una rueda de prensa el secretario general de la organización, Roland Noble.

   El también portavoz en materia de terrorismo de la Organización Internacional de la Policía Criminal (Interpol) explicó que este organismo renovó su compromiso en proseguir con determinación el combate al terrorismo.

   «Sabemos que hay muchos roles que jugar por distintas partes de una sociedad para prevenir un acto terrorista y que la policía tiene un rol nacional y local, e Interpol es internacional», indicó.

   «El nuestro es tratar de detectar que los terroristas no se puedan mover de un país a otro sin ser detectados. Tenemos una lista de sospechosos de terrorismo que han aceptado varios países. Ha crecido hasta más de 6.000 (sospechosos)», añadió.

   Una de las medidas aprobadas es dar acceso a las organizaciones internacionales a las «fichas naranjas», como se conoce a los avisos sobre riesgos potenciales que tienen que ver con armas camufladas, paquetes bomba y otros objetos o materiales peligrosos.

   Las bases de datos de Interpol podrán consultarse en relación con «documentos robados» y para tratar de identificar a potenciales terroristas, por ejemplo, a quienes hayan estado en campos de entrenamiento en Afganistán y estén por ello fichados.

   La Asamblea reconoció que el terrorismo «es una amenaza que pesa sobre todos los países miembros» y decidió tomar medidas para desarrollar un programa de bioterrorismo.

   Para Noble, los acuerdos de la Asamblea General sirvieron para «respaldar la idea de que una persona puede ser buscada internacionalmente y arrestada si tiene cargos de ser miembro de una organización terrorista o si hay suficientes pruebas de que lo ha sido».

   En este sentido, Interpol también aprobó una nueva interpretación del artículo 3 de su estatuto, con lo que a partir de ahora «permitirá la publicación de difusiones internacionales rojas para la búsqueda de personas sospechosas de pertenencia activa a una organización terrorista».

   Las fichas o difusiones rojas están relacionadas con peticiones de detención solicitadas con miras a la extradición.

   Ese artículo, aprobado en Washington en 1984, señalaba que «algunos de los actos incluidos como delitos en distintos códigos penales son, por su naturaleza, políticos, militares, religiosos o raciales como, por ejemplo, la pertenencia a una organización terrorista».

   España, que pidió el cambio hace un año, señaló que a causa de la interpretación del citado artículo, algunas solicitudes de difusión de índices rojos para miembros de ETA y Al Qaeda habían sido denegadas porque se basaban en la pertenencia a una banda terrorista.

   El secretario general informó también del compromiso de aumentar el «apoyo técnico en comunicaciones» a los 182 países de la red de Interpol para permitirles acceder a las bases de datos más avanzadas a través del sistema I-24/7, una red Intranet para dar y consultar información sensible.

   Noble insistió en que los atentados ocurridos en Multán (Pakistán), Tebas (Egipto), Taba (Israel) y París (Francia) en los días que Interpol se reunió en Cancún fueron un recordatorio de que hay que redoblar esfuerzos en esa lucha.

   En relación con esta prioridad también se pronunció el hasta hoy presidente de Interpol, el español Jesús Espigares Mira, en la misma rueda de prensa.

   «Creo que el objetivo de todas las policías del mundo, y el de Interpol, es tratar de diseñar un sistema de alerta temprana que pueda impedir, o al menos evitar los efectos trágicos de un atentado terrorista», indicó.

   Sin embargo, reconoció que la prevención es aún «bastante difícil», un área en la que la organización policial está trabajando duramente pero en la cual «todavía los terroristas nos llevan un poco de ventaja».

   Interpol decidió también en su asamblea general celebrada en Cancún, Caribe mexicano, elevar su presupuesto un 12,36 por ciento para 2005, hasta casi 35 millones de euros (unos 41 millones de dólares), y firmar un acuerdo con la Corte Penal Internacional (CPI) para estrechar la colaboración entre ambos organismos.