Interrogan a Camilo en caso Baninter

Interrogan a Camilo en caso Baninter

DIEGO PESQUIERA
Fueron interrogados ayer por los jueces de la Cámara de Calificación del Distrito Nacional el superintendente de Seguros, Rafael Camilo, y Zunilda Paniagua, encargada de la Comisión de Liquidación de los bienes del quebrado Banco Intercontinental (BANINTER), en la continuación del conocimiento de la apelación contra la providencia calificativa que envió por ante un tribunal criminal a Ramón Báez Figueroa y otros ex ejecutivos bancarios.

El caso fue reactivado por la Cámara de Calificación después que fuera rechazada una recusación intentada contra la magistrada Katia Miguelina Jiménez.

Además de la magistrada Jiménez, la Cámara de Calificación la integran, los jueces Esther Agelán Casasnova y Sergio Ortega.

El 23 de abril de 2004 el juez Eduardo Sánchez Ortiz envió por ante un tribunal criminal al presidente y vicepresidente del disuelto Banco Intercontinental (BANINTER), Báez Figueroa y Marcos Báez Cocco, respectivamente, por existir indicios serios, graves, precisos y concordantes que comprometen su responsabilidad penal.

Asimismo, el magistrado favoreció con un auto de no ha lugar al economista Luis Álvarez Renta, a la ex ejecutiva de la entidad bancaria Vivian Lubrano de Castillo y al abogado Jesús Troncoso Ferrúa, por no existir indicios suficientes que justifiquen su envío a un tribunal criminal.

El grupo fue acusado por las pasadas autoridades monetarias y financieras de un desfalco de 55,000 millones de pesos, lo que motivó la disolución del BANINTER.

Sánchez Ortiz, en la decisión número 2-2004, ratificó además las incautaciones realizadas por el ministerio público como autoridad judicial competente.

En un considerando, el juez señala que como una evidencia de que hubo infracción a la ley 72-02 en la inversión, transferencia y adquisición de bienes con la creación de entidades económicas dirigidas a beneficiar mayormente a empresas relacionadas están las operaciones realizadas bajo la modalidad de Transacción Especial, que funcionaba como un tipo de certificados remitido por el banco, pero con la particularidad de que no se asentaban en los libros de control, sino que al momento en que se abría un certificado financiero, el sistema los registraba de manera normal en el día, pero en la noche al momento del cierre, el sistema automáticamente transfería los montos de certificados, cuyo monto superaba los RD$50,000 y lo convertía en transacciones especiales pasando esos recursos a créditos a favor de cuentas predeterminadas tales como Caribessa, Gaperan, Consultoría Externa.

Señala que esa situación evidencia que el sistema tenía un indicador activado, que realizaba cambios de estas operaciones, de modo que en la noche el proceso iba a actuar como una cancelación de préstamo y en el día como una apertura de préstamo permitiéndole a las autoridades del Banco, que tenían acceso a ese sistema esconder las operaciones ilícitas que se realizaban bajo esta modalidad como operaciones normales.

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