Interrogantes

Interrogantes

La elección del canciller chileno, José Miguel Insulza, como nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) es un acontecimiento que motiva interrogantes sobre las expectativas que habrá de encarar el organismo regional.

Desde un punto de vista, esta elección, sumada al fracaso de las dos fórmulas impulsadas por Estados Unidos con la postulación del expresidente salvadoreño Francisco Flores y el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez, tiene los ingredientes necesarios para ser estimada como un revés diplomático regional para los propósitos estadounidenses, y su impacto y efectos dependerán de si el acontecimiento se asume como una expresión de bloque, o queda como un rutinario ejercicio democrático individual.

Si la elección ha sido una expresión de bloque, entonces habrá que volver el rostro hacia el fenómeno latinoamericano que ha afianzado en el poder a Hugo Chávez en Venezuela, Ernesto Kirchner en Argentina, Ricardo Lagos en Chile, Inacio Lula da Silva en Brasil y Tabaré Vásquez en Uruguay, cuatro de las principales economías del Cono Sur y todos con niveles de popularidad por encima del 70%.

La interrogante que el tiempo habrá de despejar es si la expresión que ha llevado a Insulza a la secretaría general de la OEA se corresponde con una actitud de bloque dirigida a convertir el organismo regional en más imparcial y justo, o si ha sido el fruto de la suma del ejercicio democrático individual sin mayores consecuencias.

Controles sanitarios

La Sociedad Dominicana de Gastroenterología ha reafirmado su alarma por los peligros para la salud que se derivan de la acumulación de basura y del consumo de agua expendida en plena calle en fundas y botellas plásticas y que es envasada bajo las peores condiciones sanitarias.

Lo primero que refleja este negocio callejero es la inexistencia de controles sanitarios sobre alimentos y otros bienes de consumo humano. No hay ninguna supervisión sobre las condiciones de higiene en que son elaborados y vendidos alimentos procesados o «comida chatarra», a pesar de la gran proliferación de negocios de este tipo.

Una política sanitaria que no tome en cuenta los focos de proliferación de enfermedades, en este caso gastrointestinales como las diarreas, amebiasis, hepatitis y así por el estilo no está fundamentada en patrones preventivos.

Aquí han surgido decenas de empresas de venta de agua en camiones que es susceptible de contaminarse durante la manipulación de envases y despacho al público. Para las familias de escasos recursos esta es la opción más a la mano para abastecerse de agua que alguna vez pudo ser purificada, pero que llega contaminada al consumidor.

Tampoco hay preocupación de las autoridades sanitarias por el expendio de carnes y otros alimentos a la intemperie, en los cuales se posan las moscas.

Definitivamente, la gente está desprotegida en la materia que estamos tratando, no solo en lo que concierne a la venta de agua en las calles, sino en muchos aspectos que justifican nuestras altas tasas de enfermedades gastrointestinales.

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