El controversial juicio a los siete acusados en el expediente de sobornos, prevaricación, enriquecimiento ilícito, falsedad en escritura y lavado de activos del caso Odebrecht en el país, ha suscitado cuestionamientos interesantes en dos de los principales acusados.
El primero, el empresario Ángel Rondón, pregunta que si como afirma el Ministerio Público él influenciaba y sobornaba a los miembros de las comisiones de licitación que aprobaban las operaciones que permitieron las sobrevaluaciones, ¿por qué éstos no son enjuiciados?
De manera específica se refiere a los miembros del Ministerio de Haciendas, al director de Presupuesto y de Crédito Público, así como a los legisladores que tuvieron que ver con la aprobación de los adendas ilegales que sirvieron de base a la sobrevaluaciones de las obras en cuestionamiento.
Aunque el Ministerio Público sostiene que hay 92 millones de dólares repartidos en sobornos, el empresario Rondón solo admite haber recibido de la firma brasileña 72.2 millones de dólares, o sea casi cuatro mil millones de pesos de “honorarios” por su cabildeo en la asignación de las obras.
Otro que expresó sus cuestionamientos, previo al inicio del juicio, fue el exministro de Obras Públicas y exsecretario de Finanzas del partido en el poder, ingeniero Víctor Díaz Rúa, quien criticó que se dejara fuera del expediente a una persona que admitió recibir dinero de la Odebrecht.
El inculpado se refiere al ingeniero Temístocles Montás, quien reconoció, en un espacio pagado, que siendo Ministro de Industria y Comercio, recibió aportes de la Odebrecht, a través de Ángel Rondón, para tres campañas políticas presidenciales del Partido de la Liberación Dominicana.
Este, anda en campaña política, ¡como si nada!