Un estado de desastre dice presente tras las mayores lluvias sobre el territorio nacional desde que se llevan estadísticas y que fueron determinantes para que el conteo de víctimas mortales en distintas zonas tendiera anoche a superar los 20 casos con reportes de daños a viviendas y desplazamientos de sus ocupantes; además de pérdidas en la agricultura y un número importante de comunidades impedidas de recibir auxilios por derrumbes y crecidas de río y arroyos. Miles de familias continuaban ayer sin suministro de electricidad por averías mientras resalta en las fatalidades que hoy enlutan familias con nueve muertes el desplome de una pared del paso a desnivel en la intersección de las avenidas 27 de Febrero y Máximo Gómez, un hecho totalmente prevenible porque su vulnerabilidad a fuertes presiones de agua desde el subsuelo del lugar y de un alcantarillado que tiende a intensificar su flujo cuando llueve en grande, quedó muy en evidencia un tiempo atrás y recientes denuncias públicas con imágenes delataban la falta de firmeza en segmentos de muros del sistema vial de paso rápido más importante de Santo Domingo.
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Al disponer una investigación sobre las causas estructurales de la caída, el Ministerio de Obras Públicas denunció que se trataba de construcciones de decenios anteriores a partir de diseños que no evitaban este colapso, procediéndose a demoler parte de los bordes que quedaron en pie con amenazantes inclinaciones. Lo que faltaba para que el tránsito sea más caótico en la Capital.