¿Quién no recuerda aquella histórica fotografía en la que un hombre aparece con dos piedras en las manos para enfrentar a un militar estadounidense, de los 42 mil que el 28 de abril de 1965 llegaron al país a “salvaguardar  vidas y  bienes” de sus conciudadanos?

Hoy se cumplen  48 años de esa segunda intervención  noteamericana, recordada por la mayoría   como un odioso episodio que trajo luto y dolor a miles de familias.

El historiador Emigdio Bueno cree que esa ocupación truncó las intenciones primarias de los constitucionalistas, volver al orden que significaba el retorno de Juan Bosch a la presidencia, “que ganó de una manera incuestionable, diáfana”.

“¿Qué hubiese pasado si esa intervención no se produce?”. Muchos son los que  aseguran  que sin ayuda extranjera los golpistas hubieran tenido menos chance “de salirse con la suya”.