¿Intimidación o estupidez?

¿Intimidación o estupidez?

Dedicado al doctor “Negro” Veras, compañero de infortunios durante el balaguerato. Lo que narraré a continuación fue escrito dentro de la media hora posterior al hecho que voy a describir. Con nadie había conversado todavía sobre este incidente por lo que creo que mis notas reflejan lo que más se aproxima a la objetividad de aquel momento.

“Salía de viaje el miércoles 16 de noviembre de 2011 hacia La Habana, Cuba, por la aerolínea COPA. Presenté mis documentos y equipaje en el mostrador de la empresa donde fueron procesados rutinaria y satisfactoriamente. Entonces pasé a los trámites migratorios mostrando el documento de abordaje y mi pasaporte al oficial ubicado a la entrada de la zona restringida. Completé entonces el ridículo “strip tease” antiterrorista “made in USA” y pasé sin reparos la revisión de las máquinas. Repuse toda la indumentaria que obligan a quitarse para su inútil escrutinio y seguí adelante.’

‘De inmediato, como a las 11:45, me dirigí hacia uno de los mostradores donde los inspectores de migración realizan la última verificación antes de pasar al área de abordaje. Presenté mi pasaporte junto con un formulario en el que había descrito los datos personales. La joven señora devolvió mis buenos días llamándome: “Ingeniero”. Para mí esa fue una prueba de que me conocía, además de que me identificaba con los documentos que había entregado.

Al introducir mis datos en la computadora, se le empezó a notar vacilante. Titubeó y alegó entonces que la computadora “estaba lenta”. Pasado un corto lapso, me devolvió los documentos y solicitó que fuera hasta la oficina contigua de la Dirección de Migración.

 Ese procedimiento me retrotrajo a tiempos que suponía ya idos. Pregunté por qué no aceptaba mis documentos si estaban correctos. Pero la joven señora, con más miedo que vergüenza, sólo respondió insistentemente que fuera a la oficina de la Dirección de Migración. Reclamé a la vacilante empleada si los impedimentos de salida de los tiempos de Balaguer habían retornado. Aparentemente nerviosa, ella insistía que fuera a la oficina de la Dirección de Migración que estaba a un costado del salón.’

‘Obediente y disciplinado, fui hasta donde quien aparentemente encabezaba el procedimiento de revisión de los documentos. “Que tal ingeniero. ¿Cómo está su señora?” preguntó la funcionaria que vestía uniforme de la institución. Evidentemente me conocía.

A ella insistí en preguntarle por qué se trataba de dificultar mi proceso de salida del país. Volví a requerir si los impedimentos de salida de los tiempos de Balaguer y de la “guerra fría” habían vuelto a la Dirección de Migración. No hubo respuesta entonces de parte de la señora. Dio la espalda, se alejó y entró a un recinto privado donde había otras personas uniformadas.’

‘No sé qué trataron allí dentro pero, luego de varios minutos, salió y pidió la acompañara al mostrador donde antes me habían rechazado. Firmó en el dorso del documento que yo había llenado con mis datos personales haciéndose responsable de la autorización de mi salida del país. Entonces lo pasó a la inspectora del mostrador de salida.’

‘Al insistir en por qué hacían esto, afirmó que había coincidencia de nombres con otra persona que tenía impedimento de salida del país. “¿Otro Hamlet Alberto Hermann Pérez?” pregunté. Insistí:” ¿Otro Hamlet Hermann?” Resultaba extraño que un nombre tan extranjerizado pudiera aparecer repetido en el país, aparte de uno de mis hijos. Pensé entonces: no estaría de más investigar cuántos Hamlet Hermann hay en República Dominicana.’

‘Más que decidirme por contradecir a la señora inspectora, opté por sentir lástima ante la ridícula excusa que utilizó para esconder, quizás, no sé qué orden superior. Como no creí en aquella justificación, pensé en diferentes opciones que podrían explicar esa actitud de dificultar mi salida del país. ¿Porque viajaría a Cuba? ¿Porque estoy en una lista negra de opositores que deben ser intimidados? ¿Porque no encontraron visa de Estados Unidos en mi pasaporte? ¿Porque podía yo tener un pasaporte falsificado? ‘

‘Después de esta peligrosa ridiculez, creo que el “nacionalsocialista” Director de Migración debía explicar de dónde provinieron las órdenes para montar este lamentable incidente que lo único que logra es ponerlos más en ridículo cada día.”

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