Las marcas son activos intangibles que incrementan la demanda, tienen la capacidad de poseer y proyectar cualidades aspiracionales y motivacionales también, en la mayoría de los casos estos atributos proyectados son los que nos atraen a las diferentes marcas que consumimos
A pesar de que hoy en día el consumidor se encuentra en una posición de influencia sobre las marcas llevándolas a moldearse para proyectar lo que nosotros queremos ver en ellas y que la tecnología ha cambiado los hábitos de compra en conjunto con la manera en la que nos informamos a cerca de los productos, los mercadólogos continúan tratando las marcas con las mismas estrategias conservadoras y tradicionales.
Estas estrategias tradicionales no toman en cuenta la influencia de la tecnología en nuestro diario vivir, o la voz del cliente presente en el producto, ni mucho menos toman en cuenta los avances de la neurociencia en combinación con el mercadeo, hoy sabemos mas que en cualquier era de la historia acerca del comportamiento del cerebro y la manera en que asimila información y genera patrones de comportamiento, como había dicho anteriormente muchas de nuestras decisiones que entendemos son racionales están guiadas por impulsos instintivos y emocionales.
Toda la información que tenemos al alcance ha creado un nuevo concepto, la intimidad con la marca, que establece que nuestra relación con las marcas es bastante similar a la relación que podemos tener con cualquier allegado en diferentes etapas que van evolucionado a través del tiempo, estas bases de la intimidad con la marca se establecen en 4 pilares:
La conexión emocional que creamos con las marcas. Para poder crear una intimidad con la marca tenemos primero que tener una experiencia con la misma, es decir esta intimidad no se basa en la popularidad o aceptación que tenga la imagen de la marca.
Existen diferentes etapas para esta conexión. Las conexiones con las marcas pueden escalar yendo desde lo que es una marca que es consumida por conveniencia hasta el punto de ser leal a una marca determinada.
Así como existe intimidad puede crearse una ruptura. Así como una relación con un allegado, decisiones que afectan la naturaleza de la marca o su imagen pueden llevar al usuario a distanciarse de la misma por una diferencia de criterio basado en la ideología o valores del consumidor.
El coeficiente de intimidad. Que puede ir desde 0 a 100 en grado de intimidad basado en el porcentaje de los usuarios que tienen un grado de intimidad al sentirse identificado completamente con la marca y este grado puede ser medido anualmente demográfica y geográficamente.
Todas las marcas aspiran a llegar a esta intimidad con el usuario como lo es el caso de Apple, la cual es considerada la que goza de una mayor intimidad con sus clientes y hace lógica ya que su mercadología esta basada en una ideología para conectar con las emociones de los clientes mas que la funcionalidad en si de los aparatos. Pocas empresas pueden lograr a ser un caso de éxito como lo es Apple, más sin embargo, analizando los pasos dados se pueden tomar ingredientes para agregar a nuestra receta de éxito.