La intoxicación de al menos cincuenta niños que estudian en   la escuela básica Gregorio Luperón, de Río San Juan, pone nuevamente en serio cuestionamiento los controles de calidad sobre el desayuno escolar. Es escandaloso que tengamos que sumar nuevos casos de intoxicación a 67 ocurridos entre febrero y marzo en Santo Domingo, Maimón, San Cristóbal, Tamayo y Nagua y que en la mayoría de  los casos el ingrediente sospechoso sea la leche.

Tantos casos de intoxicación con desayuno escolar en apenas cuatro meses indica que no hay una supervisión minuciosa de la calidad de los componentes desde las fábricas hasta los consumidores finales, incluyendo transporte y manipulación en las escuelas. Estas repeticiones dejan la noción de que las autoridades han tratado el asunto con paños tibios, evitando señalar responsabilidades.

El Ministerio de Educación, que tiene a su cargo todo lo concerniente al desayuno escolar, tendrá que manejar estos asuntos con más energía. No se puede transigir cuando lo que está de por medio es la salud de los niños que asisten a nuestras escuelas. El análisis  aleatorio de muestras de todos los componentes del desayuno escolar y la inspección de las condiciones de transporte, almacenaje y manipulación  tienen que ser más frecuentes y minuciosos.

Sistema judicial puesto a prueba

La disposición de un juez que concede libertad condicional a Raúl Serumberto Reynoso Mota -alias Vantroi- a quien la Policía y el Ministerio Público atribuyen la autoría de una treintena de homicidios y otros hechos graves obliga a preguntar cómo habría sido posible que un caso tan grave fuera enviado a la Justicia sin las evidencias de rigor. Esto así, si se concede validez al argumento del juez para esa decisión.

El entredicho en que han sido puestos los elementos que sustentan la acusación impone que el Ministerio Público y la misma Policía revisen los procedimientos seguidos en este caso. Desde luego, sin descartar en ningún momento adoptar las iniciativas necesarias para evitar la consumación de la decisión del juez. La sociedad no puede quedar sin una respuesta concluyente sobre el expediente que inculpa a este personaje, y mucho menos en un país en que se peca de dar a la libertad condicional carácter de sentencia de descargo.