Intríngulis de la elección del director general del FMI

Intríngulis de la elección del director general del FMI

Con la renuncia del Director General del FMI se ha abierto un proceso de elección de su sustituto que muestra los cambios que se están operando en el mundo, muy a pesar de quienes hasta ahora han regido en él a su voluntad. Dominique Strauss-Khan tenía sus adversarios y críticos en la organización y en su país donde se le daba como seguro vencedor en las próximas elecciones presidenciales frente a los intentos de re-elección del actual presidente francés.

En el FMI Strauss-Khan introdujo algunas reformas que, aunque muy  moderadas, lo proyectaron como un “reformador”: planteaba la democratización de la organización, amplió las cuotas y la relevancia de las naciones emergentes  aumentando el poder de votación de Brasil que pasó del puesto 18 al 10 – aunque nada de eso alteraba la correlación de fuerzas a su interior – e introdujo líneas de crédito más flexibles y condiciones más blandas, vieja demanda de los países en desarrollo. Por todo eso hay quienes temieron que hubiese sido una trampa que las evidencias, hasta ahora, parecen descartar.

Desde que se fundaron el Banco Mundial y el FMI quienes han gobernado en el mundo se repartieron arbitrariamente la dirección de los mismos: el Banco Mundial lo dirigiría siempre un norteamericano y el FMI un europeo. Así ha sido. Cuatro franceses han dirigido el FMI, dos suecos y un belga, un alemán, un español y un holandés.

Sin embargo, han ido surgiendo límites a las imposiciones y normas antidemocráticas. Ha estallado un revuelo en diversos rincones reclamando de que se escoja un Director procedente de las llamadas naciones emergentes y han surgido candidatos de varios países: México, India, Turquía y Sudáfrica aunque el candidato favorito, por decisión europea, es la ministra de Finanzas de Francia, Christine Lagarde. Europa controla el 30% de los votos, Estados Unidos el 17 % y el BRICS solo el 11%. Desde el punto de vista del poder de voto no hay nada qué hacer pero ni EE. UU. ni la UE pueden hacer oídos sordos de las reclamaciones, por eso han empezado a hablar, por primera vez, de méritos, de un proceso “abierto y transparente”. Los europeos alegan que ante la crisis de endeudamiento de varias naciones del continente conviene que sea un europeo el Director pero no plantearon lo mismo cuando la crisis de la deuda latinoamericana de los ochenta ni la asiática de fines de los noventa.

El Consejo Ejecutivo del FMI, de 24 miembros, recibirá propuestas hasta el 10 de junio, de ellas escogerá una terna de la cual surgirá el nuevo director sin “preferencia geográfica”. Se puede someter a votación, pero dicen que quieren que sea por consenso. Probablemente en la terna incluyan un candidato no europeo pero está por ver cuál sería la elección final. Es muy probable que se impongan los europeos pero para la próxima vez será muy difícil ignorar al resto de una humanidad que sigue cambiando. Es el comienzo del fin de la hegemonía en las instituciones financieras internacionales.klingereduardo@hotmail.com

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